La custodia del territorio implica que personas u organizaciones acuerdan conservar ciertos valores naturales, culturales o paisajísticos de una tierra mediante actividades de gestión y mejora del suelo. Los actores clave son los propietarios, entidades de custodia y administraciones públicas. La custodia se materializa a través de acuerdos voluntarios entre propietarios y entidades, sin requerir la cesión de la tierra. El objetivo final es conservar elementos del paisaje o la biodiversidad sin impedir otros usos agrícolas o