La Constitución de 1886 estableció un período de hegemonía conservadora en Colombia por más de 40 años. La constitución otorgó amplios poderes al presidente y reconoció a la religión católica como la oficial del país. La constitución permaneció vigente durante más de 100 años y guió a 23 presidentes. La Constitución de 1991 introdujo cambios como la descentralización del poder, un mayor énfasis en los derechos humanos y la diversidad cultural.