El documento resume las principales corrientes literarias y teatrales desde finales del siglo XIX hasta 1940, incluyendo el simbolismo, parnasianismo, modernismo, novecentismo, vanguardismo, surrealismo y teatro del absurdo. Destaca la búsqueda de la renovación estética frente al realismo y el naturalismo, así como la influencia de las vanguardias en romper con las formas teatrales tradicionales.
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Corrientes renovadoras del siglo xx. Teatro hasta 1940
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RENOVACIÓN ESTÉTICA EN LA LITERATURA
A finales del siglo XIX todas las corrientes que afloran en el campo artístico tienen como uno de sus
objetivos el rechazo a la estética realista-naturalista que había dominado el mundo literario más o
menos desde la mitad del siglo. Esa oposición renovadora tiene su epicentro en Francia. A través de
la revista Le Parnasse contemporain, extenderán las bases estéticas del simbolismo y el
parnasianismo, influenciados ambos por Edgar Allan Poe y Gautier y que tendrán una amplia
aceptación en la literatura española.
Los rasgos que definen el parnasianismo son:
-Concepción de la poesía como belleza formal.
-Desprecio de todo utilitarismo: el arte por el arte.
-Composición perfecta del poema.
-Temas plásticos, exóticos, coloristas.
Frente al exceso formal de los parnasianos surgirá el simbolismo. Al mundo esconde misterios y es
misión del poeta desentrañarlos y expresarlos artísticamente. El simbolismo busca también expresar
lo que el alma siente en el fondo del subconsciente y que se escapa frecuentemente. Sus características
son:
-Dotar a la poesía de musicalidad.
-Reivindicar la libertad formal en sintaxis, léxico y estructura del poema.
-Abundancia de sinestesias.
-Sugerir más que enunciar explícitamente.
Los simbolistas más significativos: Paul Verlaine, Rimbaud y Mallarmé.
En este contexto llegamosa la explicación dela situación literaria en España. Tanto MODERNISMO
como GENERACIÓN DEL 98 son, desde el punto de vista de Pedro Salinas, denominaciones que
suelen usarse indistintamente para designar los movimientos de renovación literaria acontecidos en
América y en España, desde finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Encontramos, por lo
tanto, un primer periodo modernista cuyas principales características son: actitud de reforma y
búsqueda de la novedad; preocupación formal que atiende a la consigna “el arte por el arte”;
cosmopolitismo; búsqueda de la belleza eterna y universal. Cada autor crea sus propios símbolos y
entre ellos los referentes a la suntuosidad y el paisaje aristocrático. Entre los temas encontramos el
mundo mítico de cada país, la mitología grecolatina y la brillantez sensorial de los mundos orientales.
Entre sus técnicas, además de la sinestesia, encontramos una gran cantidad de neologismos,
arcaísmos, metáforas y brillantes imágenes.
Toda esta renovación se verá, un poco más tarde, influenciada por el desastre del 98. Esta crisis
política tendrá unas dimensiones gigantescas que sobrepasarán los límites literarios. De hecho, los
escritores ya no se verán ajenos a su tiempo y discutirán en tertulias y revistas cuáles son los males,
no solo de esa España caduca, sino de toda la generación del momento. La filosofía viene a
complementar este desasosiego espiritual: Dios, el paso del tiempo, el pesimismo de corte nihilista,
el ansia de inmortalidad… son temas a los que no serán indiferentes los escritores de la época.
El tema de España, que desde la época del barroco se convierte en un leit-motiv de nuestra literatura,
pasa al siglo XIX y XIX por el regeneracionismo. No se trata aquí de explicarlo, pero hay que tenerlo
en cuenta cuando se comenta la obra de Valle-Inclán, y, en especial, sus referencias en Luces de
Bohemia.
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LAS VANGUARDIAS EN LA LITERATURA ESPAÑOLA
Como era de esperar, dos décadas después surgirán una nueva serie de movimientos que supondrán
otras tantas renovaciones estéticas. El nuevo grupo que se va a distinguir del Modernismo será
llamado Novecentismo por Eugenio d’Ors. Díaz-Plaja lo describe así:
1. Sustituyen los modos autodidácticos y bohemios por unas formas pulcras y sistemáticas.
2. Conexión con las corrientes de la literatura europea que les lleva a una revisión más rigurosa
de nuestro pasado histórico.
3. Tendencia a aproximarse a los resortes del poder como medio de influir en la sociedad.
4. Exaltación de los valores universales frente a los nacionales. Promoción de un estilo
universitario y de un clima científico moderno, exigente y riguroso.
5. En la vertiente estética, se impone el distanciamiento entre la obra de arte y el creador, lo
que será definido por Ortega y Gasset como la “deshumanización del arte”.
Si tenemos en cuenta todo lo que acabamos de exponer, hay que señalar que durante el periodo que
va desde 1910 a 1930 van a coexistir en el mundo literario todas estas corrientes y generaciones: de
una parte, los miembrosdelmodernismo y noventayocho que se mantienen activos junto a los autores
del realismo, más los jóvenes del Novecentismo y los que irrumpen tras las vanguardias, la
Generación del 27. El panorama, por lo tanto no puede ser más variado y enriquecedor.
MOVIMIENTOS VANGUARDISTAS
La crisis estética que en las artes plásticas se venía produciendo desde los primeros años del
siglo en literatura se manifiesta un poco antes de la I Guerra Mundial. Los aspectos más
destacables de esta crisis serán entre otras, la voluntad de destruir el arte como tal, la
oposición violenta a lo tradicional, la búsqueda de nuevos adelantos que incorporar a la obra
artística y las actitudes inconformistas ante la realidad social.
A todos estos movimientos que surgen en este periodo se les llama vanguardismos. Su
importancia radica, no tanto en lo que crearon, sino en la fuerza que mostraron para romper
con todo el pasado decadente.
Futurismo. Surge en Italia en 1909. Promovido por Marinetti, intenta crear una nueva
concepción del hombre, dignifica la máquina y el mundo industrial y propone la destrucción
de la sintaxis.
Cubismo. 1903. GuillaumeApollinaireconcreta surenovaciónconla creación de Caligramas,
dibujando con palabras el propio objeto del poema.
Dadaísmo. 1916. Capitaneado por Tristan Tzara, propugna una subversión de los valores
sociales y estéticos. En Francia tuvo grandes seguidores, entre ellos André Breton, Paul
Eluard y Louis Aragon.
Surrealismo. El propio Breton lanza en 1924 el manifiesto de este nuevo movimiento en
cuyas raíces podemos encontrar los presupuestos del psicoanálisis.
Este panorama descrito que viene a resumir la introducción a las diferentes corrientes
poéticas no descuida el panorama teatral. Al igual que en los otros géneros, el teatro siente la
necesidaddeuna renovaciónque superelasdramaturgiasnacionalessurgidasen el siglo XVII
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y la esclerosis que supuso el drama romántico en el gusto del público. Así pues, A finales del
siglo XIX el teatroque debía ser derrocado era aquelque representaba una estética romántica
y que había derivado en unas obras melodramáticas y una interpretación declamatoria. El
naturalismo se propuso subir a las tablas al hombre cotidiano y analizarlo científicamente,
utilizando para ello unos diálogos sencillos y una escenografía lo más próxima a la realidad
ambiental. Las primeras obras de Ibsen y Strindberg se inscriben en esta corriente. En la
difusión del teatro naturalista juegan un papel importante los teatros independientes, entre
ellos el Teatro de Artistas de Moscú capitaneado por Stanislavski, cuya aportación
fundamental al teatro del siglo XX es su método sobre la formación del actor.
Pero al igual que ocurre en la poesía, el naturalismo se verá absorbido por los conceptos del
simbolismo. Los propios autores naturalistas introducirán en sus últimas obras elementos
de este nuevo movimiento. Hay que descubrir la interioridad del alma humana y, para ello,
se recurre al lenguaje poético, a la luz y a la música, destacando lo inconcreto y lo simbólico
frente a la obsesión naturalista por lo real y exacto. En este punto tenemos que reflexionar
sobre la influencia que, en el desarrollo de las nuevas corrientes estéticas teatrales, tendrá la
irrupción del cinematógrafo. Para elteatro, supone elmismo efectoque para lasartes pláticas
supuso la fotografía. Cuando la realidad puede reproducirse de forma tal fiel, ¿qué camino
deben tomar las antiguas formas de representar la realidad?
Tras el simbolismo, el expresionismo continúa la reacción contra el naturalismo, pero esta
vez atendiendo al hombre exterior y genérico, por lo que lo abstracto se convertirá en la base
del expresionismo. Paralelo a este, el impresionismo nos intentará transmitir el mundo
personal e íntimo de un autor.
Por lo expuesto anteriormente, es fácil intuir el papel que las vanguardias van a representar
en la ruptura teatral con el teatro más convencional. La crítica actual atribuye al surrealismo
la revolución teatral aunque en su momento el dadaísmo se autoproclamaba el gran
rupturista.
La fecha de iniciodel surrealismoteatralsesitúa en 1917 fecha en la que JeanCocteauestrena
el ballet Parade con escenografía de Pable Picasso, aunque las características de esta
vanguardia ya había aparecido en 1896, con el estreno en París de Ubu rey, de Alfred Jarry.
Es en esta época cuando se perfilan los dos caminos que caracterizarán la producción teatral
contemporánea: el teatro de vanguardia, surrealista y del absurdo (Artaud, Genet, Ionesco) y
el teatro de compromiso o épico (Piscator, Meyerhold, Brecht). Para este último, la misión
del arte es “mostrar la realidad viva a los hombres vivos para que la dominen”.
La crítica actual resta importancia al Artaud dramaturgo, demostrándose en ensayos que sus
ideas no fueron jamás genuinas, que las tomó de otros, pero que, sin embargo, las canalizó
de alguna manera en su obra. La teoría de Artaud descansa en las siguientes premisas:
1. Eliminar el texto y confiar en los valores del teatro como espectáculo.
2. Crear un teatro dela crueldad.1
1 El teatro de la crueldad es un movimiento teatral muyheterogéneo, inspirado en las ideas del escritor francés
Antonin Artaud, expuestas en su libro El teatro y su doble (1938).
La base en la que se inspira este movimiento teatral es la de sorprender e impresionar a los espectadores,
mediante situaciones impactantes e inesperadas. Con esto se pretende dejar una huella en el espectador, que la
obra lo marque.
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3. Regresar a los elementos mágicos y rituales sobre los que descansa la génesis del
teatro.
4. Suprimir los elementos psicológicos y la trama argumental, recurriendo a la
improvisación.
5. Instaurar la tiranía del director, eliminando al autor.
6. Eliminar la cultura.
7. Crear el sentido de la fiesta teatral.
Pirandello (1867-1936) es considerado el puente entre Ibsen y el teatro existencialista y del
absurdo. Su obra se caracteriza por la teatralización, por su reflexión sobre la ilusión y la
realidadypor la disoluciónde la personalidaddesus personajes. Tantoelteatroexistencialista
como el del absurdo son una respuesta desesperanzada a la situación del hombre perdido en
un mundo sin sentido, plasmado dramáticamente después de la II Guerra Mundial.
Para finalizar este breve resumen, solo citaremos a otros dos grandes representantes del
teatro del absurdo: Ionesco (La cantante calva) y Samuel Beckett (Esperando a Godot).
EL TEATRO ESPAÑOL ANTERIOR A 1936
De todos los géneros, este es el que menos aporta al panorama internacional y no es por la
falta de vitalidad en el género. Los espectadores son fundamentalmente las clases burguesa y
media y prefieren simplemente obras de entretenimiento. Echegaray domina la escena del
último cuarto del siglo XIX y sólo dejará de serlo ante la aparición de Benavente.
Culturalmente próximo al modernismo y a la Generación del 98 que le lleva a la crítica de su
clase aunque de manera superficial.
Pero ante el revisionismo del 98 y la actitud crítica de algunos intelectuales, surge un teatro
en verso–que no poético-, nostálgicodela tradición, convencionalensustemasy superficial.
Cabe también señalar el teatro cómico (Arniches) o el teatro popular (el sainete) más el auge
de la zarzuela como espectáculo musical popular frente a la ópera.
Ante este panorama la obra teatral de Valle-Inclán asoma de manera rotunda, por su
innovación escénica, temática y estilística.
Estas vagas ideas han dado lugar a numerosas propuestas muy diferentes entre sí. Algunas tendencias
interpretan el teatro de la crueldad como una obra que toque las fibras íntimas del público por el mero
deslumbramiento y ritualización del espectáculo teatral, en el cual se explotan al máximo sus posibilidades físicas
y visuales.
Otra tendencia, más radical, plantea que se debe golpear sentimientos primarios del espectador mediante
escenas violentas y chocantes para captar su atención (un claro exponente de esta tendencia, conocida en inglés
como "In-yer-face" -en tu cara- es el británico Martin McDonagh, célebre por sus obras de violencia y sadismo).
Esta aplicación extrema de las ideas de Artaud ha ocasionado polémicas sobre el valor estético de la tendencia
(que se considera que desvirtúa la idea original), ya que un público traumatizado se preocupa más por el golpe
emocional que por la trama misma.[cita requerida]
Entre los más importantes autores influidos por el teatro de la crueldad están: Peter Weiss, Fernando Arrabal,
David Mamet, Martin McDonagh, El Living Theatre de New York y en menor medida, Harold Pinter. Fuente:
Wikipedia.