El documento critica el uso de objetos obsoletos como relojes, papel, cartas y el tango, argumentando que es mejor preguntar la hora en persona, usar hojas de árbol en lugar de papel, comunicarse por internet y celular en vez de cartas, y escuchar reggaeton en lugar de tango. Advierte a los lectores que no usen estos objetos obsoletos en casa o en otros lugares porque se arrepentirán.