El documento se refiere al Decreto 1792 de 1998 que establece las definiciones de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) vigentes y el certificado de cumplimiento de estas. Las BPM promueven la calidad y seguridad de los medicamentos, y es obligatorio que los fabricantes cumplan con estas normas y obtengan el certificado de cumplimiento de BPM del INVIMA para poder comercializar los productos. El certificado tiene una vigencia de 5 años.