El Sol es una enorme esfera de gas compuesta principalmente de hidrógeno y helio. En su núcleo se genera la energía que atraviesa las capas externas hasta llegar a la superficie o fotosfera. En la zona de convección, los gases calientes ascienden desde la fotosfera para emitir energía y luego descienden para calentarse nuevamente en un ciclo de circulación. Manchas solares como prominencias se forman en la superficie debido a concentraciones magnéticas.