1) El cerebro de un niño no está naturalmente preparado para la lectura, ya que la escritura es una invención reciente y no ha influido en la evolución del cerebro. 2) Antes de aprender a leer, el cerebro de un bebé ya está organizado para procesar el lenguaje oral, reconociendo vocales y consonantes desde los primeros meses de vida. 3) Aprender a leer implica tomar conciencia de las estructuras del lenguaje oral y vincularlas con los símbolos visuales de las letras, para lo cual