El documento contrasta las diferencias entre vivir en la ciudad y el campo. La ciudad tiene una población más grande, un ritmo de vida más rápido, viviendas más pequeñas y contaminación del aire, mientras que el campo tiene una población menor, un ritmo más relajado, viviendas más grandes con más espacio y aire fresco. La gente del campo depende más de la agricultura y la pesca, tiene más tiempo libre y disfruta de la naturaleza, mientras que la gente de la ciudad tiene más oportunidades laborales y de ocio pero menos