La posición natural para defecar es en cuclillas, no sentado. El inodoro moderno fue diseñado sin considerar la fisiología humana y sentarse puede dificultar la eliminación e incrementar el riesgo de enfermedades. Defecar en cuclillas endereza la curva rectal, facilita la evacuación y reduce la presión, mejorando la salud intestinal y disminuyendo problemas como el estreñimiento, hemorroides y cáncer colorrectal.