La investigación-acción se define como un proceso colaborativo y reflexivo que busca mejorar una situación mediante ciclos de planificación, acción, observación y reflexión. Kurt Lewin acuñó el término en 1944 para lograr avances teóricos y cambios sociales. La investigación-acción implica que los participantes trabajen para mejorar sus propias prácticas a través de un análisis crítico y la creación de comunidades autocríticas.