La ética del deber se basa en la intención detrás de los actos, no en los resultados. Nietzsche rechazó las normas éticas establecidas y propuso una distinción entre la moral de los nobles y la de los esclavos. Sartre argumentó que los seres humanos son libres y están condenados a elegir sus propios valores sin guía externa. Habermas promovió el establecimiento de valores éticos a través del diálogo entre miembros de una comunidad.