El conocimiento filosófico se caracteriza por ser racional, analítico y crítico, usando lógica y conceptos para explicar objetos de estudio, distinguir sus partes y emitir juicios sobre concepciones imperantes. También aspira a ser totalizador, sistemático e histórico al buscar fundamentos de toda ciencia, ordenar principios de manera coherente y estar determinado por condiciones históricas.