Para realizar un control efectivo del entrenamiento deportivo, se deben observar tres niveles: general, periódico y habitual. A nivel general, se evalúa el macrociclo anual para verificar el cumplimiento de los objetivos a largo plazo. Periódicamente, se realizan pruebas en cada mesociclo para medir el progreso. A nivel habitual, se controlan los efectos de fatiga y recuperación en cada microciclo y sesión diaria.