El documento describe el despotismo ilustrado, un tipo de gobierno absolutista en el que los monarcas aplicaron reformas inspiradas en las ideas de la Ilustración. Los reyes centralizaron la administración y la economía, limitaron el poder de la iglesia y la nobleza, y promovieron la tolerancia religiosa, la educación y el comercio. Algunos ejemplos fueron las reformas de Federico II en Prusia, María Teresa y José II en Austria, Catalina II en Rusia y José I en Portugal.