La infección pélvica aguda (EIP) puede ser causada por varios patógenos transmitidos sexualmente. Los síntomas incluyen dolor abdominal y fiebre. El diagnóstico se basa en criterios clínicos menores como temperatura elevada y leucocitosis, y criterios mayores como dolor pélvico y anexial. El tratamiento incluye antibióticos de amplio espectro durante 2 semanas, y cirugía para casos graves no responsivos. Las complicaciones incluyen rotura de abscesos, esterilidad y embaraz