Este documento resume un ensayo sobre el diagnóstico de la educación superior en la República Dominicana realizado por Roberto E. Liz. Identifica cinco características clave que debe tener la educación superior para ser de calidad: 1) Financiamiento adecuado por parte del Estado, 2) Mejoramiento de las labores de investigación, 3) Vinculación de todos los actores de la nación, 4) Equidad en el acceso a los programas, y 5) Orientación y categorización previa de los estudiantes.
Ensayo a partir de "Diagnóstico de la Educación Superior en la República Dominicana de Roberto E. Liz"
1. Universidad Nacional Evangélica (UNEV)
Diplomado Docencia Universitaria
Enfoque y Tendencia de la Educación
Facilitadora: Dra. Ceferina Cabrera
Fecha: 25/02/2017
Ensayo a partir de "Diagnóstico de la Educación Superior en la República Dominicana de
Roberto E. Liz"
Por: Lenin Noel Almonte Ramos, M.A.
Uno de los principales desafíos para cualquier nación es poder afrontar los diferentes
avances del mundo postmoderno estando a la altura de las circunstancias. La educación es
parte esencial de la probabilidad de éxito ante tal empresa. Pero, aún en el área educativa
se encuentran otros niveles que consolidan el desarrollo básico y fundamental de los
primeros años de impartición del pan del conocimiento, a saber, los correspondientes a la
educación superior.
La Ley 139-01 de Educación Superior y Tecnología de la República Dominicana en su
cuarto artículo ha identificado la educación superior como "un proceso permanente que
se realiza con posterioridad a la educación media o secundaria, conducente a un título de
nivel técnico superior, de grado o de postgrado."1
Por lo tanto, es innegable su
importancia, ya que tiene la responsabilidad de dotar a la nación de los actores del
proceso que han de empujar hacia adelante a la misma.
Con este concepto en mente y a sabiendas de que la educación superior es vital para el
desarrollo de la República Dominicana, ésta debe modelar características que
ejemplifiquen su valor. Tomando como pie amigo el diagnóstico sobre la educación
superior en la República Dominicana presentado por Roberto E. Liz, en este ensayo han de
desarrollarse las cuatro principales a juicio del autor del presente.
1) Un financiamiento adecuado
Sin lugar a dudas, toda política de desarrollo amerita planes de financiamiento que
contribuyan a hacer posible que las ejecuciones de los proyectos sean no solo factibles en
el momento de su inicio sino sostenibles ante los diversos cambios e imprevistos posibles.
1
República Dominicana. Ley de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. Gaceta Oficial No.10097,
del 13 de Agosto del 2001
2. Sin embargo, al tratar la característica que ha sido denominada como financiamiento
adecuado se subraya que para que exista verdadera calidad en el sistema educacional
superior y en la propia estructura logística se hace necesaria la participación activa e
intencional de las instancias estatales. Esto así porque “no es posible desarrollar un
sistema de educación superior equitativo y de calidad al margen del financiamiento del
Estado. La educación de calidad es costosa, por lo que sí el Estado no participa en el
financiamiento, los más pobres y aún los de clase media se quedarán sin acceso a ella.”2
Hay un segundo aspecto.
2) Un mejoramiento significativo de las labores investigativas
Es un adagio popular que la calidad de una universidad o alta casa de estudios va de la
mano de sus fortalezas en el área de la investigación.
Recientes estudios han demostrado que en los Estados Unidos más de la mitad de las
investigaciones son hechas en las universidades.3
Así que, este acápite no se refiere al
simple mejoramiento de la calidad de la una educación superior aislada, sino que se trata
del avance mismo de la nación en todos los sentidos que traen beneficios a los
conglomerados humanos que la conforman. De hecho, este punto representa con
bastante seriedad no solo un crecimiento bio-cualitativo domestico sino una contribución
significativa a todo el mundo.
La educación dominicana palidece considerablemente en esta área, tal como refleja Liz:
"Los programas académicos de las universidades están limitados casi exclusivamente a la
función de docencia u oferta de carreras […]Esta situación caracteriza a las instituciones
educativas actuales como docentistas y, por consiguiente, de escasa participación real en
la aprehensión y transformación de los problemas y potencialidades del país en las áreas
privilegiadas o de impacto. Este hecho también se traduce en una escasa formación
crítica de sus profesionales y la ausencia de articulación de sus funciones básicas."
" 4
3) Vinculación de todos los actores de la nación en el proceso
De los problemas más serios a los que Latinoamérica se aferra, uno es la enajenación de la
culpa para buscar un “chivo expiatorio” para todo tipo de responsabilidades. La educación
superior no es la excepción. Con mucha frecuencia y diversidad los actores civiles disparan
2
Liz, Roberto E. Diagnóstico de la Educación Superior en la República Dominicana, pág. 46
3
http://www.bestcollegereviews.org/top-research-universities/
4
Ibid, pág. 12
3. sus cañones en contra de las diversas políticas estatales o en su defecto contra la
individualidad de algún ministro de turno para culparle de todos los males que aquejan la
educación superior. Sin embargo, el avance en esta área es una tarea de todos. Liz lo
explica así:
"…es prácticamente imposible desarrollar un sistema de educación superior de amplia
cobertura si no se cuenta con una clara, decisiva y abierta participación de la familia y las
empresas en el financiamiento. Sólo con el recurso público, siempre será limitado el
número de estudiantes que accederán a una educación superior de calidad." 5
Alguien dijo en una ocasión que uno de los elementos a ser imitados o lo que es lo mismo,
una tarea aún pendiente dentro de la sociedad dominicana sigue siendo la poca
participación de los sectores productivos (ej. Empresas privadas) en los esfuerzos
educacionales. Esto debe cambiar.
4) Equidad en el acceso a los programas
La equidad en el acceso a los diversos sistemas educacionales "no queda definida por el
libre acceso a los centros, por el derecho a permanecer indefinidamente en ellos, ni por la
posibilidad de obtener un grado. La equidad significa ofrecer a jóvenes de igual talento
iguales posibilidades de recibir una educación adecuada, que garantice oportunidades
similares de progreso."6
Lo que es interesante a partir del anterior párrafo es que para poder definir esta
característica se tenga que recurrir primero a lo que no es equidad en el acceso a la
educación superior. Cada vez que el inicio de la explicación de un concepto debe recurrir a
tales patrones, se está en presencia de una posible confusión histórica sobre el concepto a
ser presentado, de lo contrario la aclaración no sería necesaria.
Por años, las mayorías han creído que acceso equitativo apunta a la invitación universal
para que todos ocupen los “pupitres” y puedan estudiar las mismas carreras que otra
clase estudia, o que equidad en el acceso a los programas tiene más que decir en el
terreno cuantitativo que en el cualitativo.
Pero la característica de este subtítulo apunta a algo mucho mayor, a saber, la posibilidad
de que sin importar trasfondo o posición las personas con “igual talento” accedan a
oportunidades semejantes. La clave de todo el párrafo está contenida en estas dos
palabras pues establece la protección contra la cualquerización mientras al mismo tiempo
enfatiza la igualdad y la esperanza.
5
Ibid, pág. 49
6
Ibid, pág. 48
4. 5) Orientación y categorización previa de los discentes
Finalmente, si hay algo que ha perjudicado grandemente la calidad del sector educacional
superior ha sido esto: pensar que todas las personas encajan en los modelos tradicionales
del saber.
En países industrializados los estudiantes van siendo categorizados a ramas del saber
específicas desde muy temprano en la educación básica de los individuos. Por otra parte,
en estos existe la posibilidad de desarrollo significativo en las áreas vocacionales, lo que
logra dos cosas: primero, dirige y tipifica las diferentes inteligencias y segundo, elimina el
estancamiento e inversión de recursos desmedidos de (o en) estudiantes cuyo potencial
podría ser mejor canalizado en otras áreas de estudios. Cuando tal política no existe, las
personas, independientemente de las vocaciones internas y de los talentos innatos habrán
de tomar el camino de la consecución de bienes pecuniarios por encima del verdadero
aporte que pudieron brindar a la sociedad, mientras al mismo tiempo se multiplican las
deserciones o inadaptabilidad de los mismos a las expectativas tradicionales.
Este trabajo no busca ser exhaustivo ni en concepto ni en longitud, sino que solo es un
aperitivo para profundizar en aspectos de estancamiento prolongado. Y luego de visualizar
cada característica, la responsabilidad que queda es doble. Por un lado, la convocatoria
está planteada para que en vez de observadores del proceso, haya en cada dominicano
una tendencia a la praxis. Por otro lado, que esa tendencia no se encasille en ser solo eso,
ideas y palabras, sino que haya trabajo encomiable y búsqueda del bien común. Esta
actitud no solo le será de edificación a la nación sino que representa mejor la condición de
seres humanos implantada en nosotros por el Creador.