Las semillas son fundamentales para la incorporación de conocimiento e innovaciones en la agricultura. Los avances logrados en semillas mejoradas tienen un costo de desarrollo que debe ser reconocido para que los programas sean sustentables. Las leyes y regulaciones deben proteger la propiedad intelectual sobre las semillas e incentivar la generación de nuevos conocimientos, eliminando factores subjetivos en los procesos regulatorios que retrasan la aprobación de innovaciones.
PRESENTACION DE LA SEMANA NUMERO 8 EN APLICACIONES DE INTERNET
Escaleno propiedad intelectual
1. Primer documento grupo Escaleno. Propiedad Intelectual
¿Por qué Escaleno (del griego σκαληνός "desigual")? Porque este triangulo es una figura
con todos sus lados y ángulos diferentes sin un eje de simetría. Diferentes que hacen un
todo, que contribuyen a conformarlo y darle integridad. Ese es el concepto que quisiéramos
para nuestro grupo, donde diversos saberes y formaciones se reúnen en tormo al logro del
bien común, aportando ideas y colaborando con los decisores en la toma de decisiones
estratégicas.
Propiedad Intelectual
Conducir y aprovechar la fotosíntesis gana en complejidad y riqueza por la intensiva
incorporación del conocimiento, transformando profundamente la agricultura tal como la
conocimos. Este tránsito a una agroindustria en el marco de la Sociedad del Conocimiento
se origina en múltiples saberes mutuamente enriquecidos, estos van desde el saber hacer
de los agricultores a la biología, la biotecnología, la nanotecnología, la física aplicada, la
robótica, el internet de las cosas, la programación informática, el uso de sensores
colocados en maquinarías, drones o satélites, las buenas prácticas de manejo cuidando
ambiente y sociedad, los insumos biológicos, los agroquímicos más amigables con el
ambiente, los cambios profundos en los sistemas comerciales y logísticos, la trazabilidad y
certificación entre muchos otros. Más interacción y más conocimiento es esencial para ser
competitivo en los mercados internacionales en las próximas décadas, los tradicionales y
los nuevos que fuertemente seguirán incrementando sus demandas.
Mucho de los avances ya logrados en productividad se han sustentado en el conocimiento
incorporado a las semillas u órganos de multiplicación asexual a partir del trabajo de
organizaciones públicas y privadas. Estos logros tienen un costo de desarrollo que debe
ser cubierto por los distintos actores beneficiados para que dichos programas sean
sustentables económicamente. Generar y mantener la vanguardia requiere reconocer las
mejoras con una alícuota del logro de sus aportes.
Hoy está presente la discusión sobre una nueva ley de semillas, que requiere que cubra
todo el arco de cultivos utilizados en todos los sistemas agroindustriales nacionales y que
no se quede solo con la discusión de algunos de los cultivos extensivos más importantes
como viene ocurriendo. El trigo y la soja están en el centro del actual debate reduccionista,
porque al ser autógamas, es decir que se pueden usar los granos que se cosechan como
semillas en el próximo ciclo sin pérdida de rendimiento o calidad. Estos tienen gran
importancia comercial, entre ambos cubren 24 millones de has.
Si bien es necesario que ésta proteja el esencial derecho de propiedad, debiera ser en el
marco de un sistema que favorezca el flujo de conocimientos hacia todos los productores
contemplando los más desfavorecidos que no deben quedar al margen de estos
desarrollos, con reglas muy claras que no dejen dudas sobre la defensa de todos los
valores involucrados. Hay que proteger específicamente a la agricultura familiar sin que
ello sea una excusa para que los demás productores cumplan con sus deberes.
Lamentablemente, el sistema productivo nacional a diferencia de la mayor parte de los
grandes productores de granos internacionales no tiene vocación de defender la propiedad
privada en la forma del conocimiento incorporado por los obtentores de cambios genéticos
favorables en las semillas. Este debate sobre el derecho a percibir un porcentaje de la
mejora obtenida en rendimiento o calidad a partir del uso de semillas mejoradas ya ha sido
saldado en muchos de los países competidores, donde estos derechos están consagrados
tanto en las leyes como en la práctica diaria de los agricultores. Allí no se discute el
concepto de derecho de propiedad. Los cambios de contexto tecnológico deben incentivar
2. la mejora permanente y tendrá mayores impactos ya que “la semilla ya no será solo
portadora de genes y germoplasma, será el vehículo de nuevos conocimientos, en forma
de productos microbiológicos y químicos que la recubran, que logren plantas más
saludables, con mejor potencial productivo: “una semilla lista para usar””.
Las nuevas reglas deben contemplar no solo lo que involucra las patentes en sí, sino
especialmente el Proceso Regulatorio. Este último en muchos casos termina siendo la
mayor traba a la aprobación de nuevos materiales genéticos, estableciendo barreras que
no responden a hipótesis de riesgo objetivas fundadas en el rigor científico. La singularidad
de estos sistemas se debe a la existencia de instancias totalmente subjetivas y al arbitrio
del criterio no estandarizado de algunos funcionarios. El formato debería incorporar
la intervención de arbitrajes externos independientes y no comprometidos con intereses
internos. En estos temas Argentina puede ser relevante, y eso es un valor posible de
construir para lo que hay que capturar rápidamente ventajas, siendo imprescindible sacar
del costo argentino el costo Regulador, hay expedientes de más de 20 años de
inoperancia. La regulación no solo es necesaria para semillas, también debe emprenderse
toda la nueva complejidad que involucre a enzimas, levaduras, diversos usos de
microorganismos, etc
Frente a los desafíos de la Sociedad del Conocimiento, el conocimiento es sinónimo de
poder. Tenemos poderosas y múltiples cuencas fotosintéticas para las que debemos
generar políticas públicas que promuevan el uso del conocimiento de frontera que
multiplique el valor de cada molécula obtenida. Hay en Argentina una base de ciencia y
tecnología adecuada para un despegue que debe ser promovido y premiado. Tratar de
generar un liderazgo en Bioeconomía es posible y con los estímulos adecuados más
cercano con la irrupción de nuevas tecnologías como el uso de Crisp y edición génica.
Generar un encuadre legal que facilite el proceso es muy importante y debe ser tomado
como prioridad tanto por el ejecutivo como el legislativo a fin de lograr esta meta.
En tiempos de Bioeconomía resulta entonces fundamental para avanzar, generar una
nueva ley de semillas, derogar los aspectos no objetivos de las regulaciones para la
obtención de un registro de propiedad que pueda ser llevado el sistema productivo.
En resumen, este modelo basado en Bioeconomía, que genera desarrollo local en todo el
territorio nacional, requiere de generar e incorporar conocimientos que deben ser
protegidos y fomentados por la legislación y las normas de procedimientos.
Puntos principales:
-Las semillas son fundamentales como insumos en la incorporación de mejoras
-La mejora tiene costos que deben reconocer los beneficiados
-Las leyes deben contener todos los cultivos y sistemas
-Las regulaciones en el futuro deberían ser convergentes entre los países del MERCOSUR
-Hay sectores de agricultura familiar que debe ser protegidos, sin que estos sean la excusa
de otros
-La nueva Bioeconomía exige también reglamentar enzimas, levaduras y otros organismos
y moléculas
-Podemos ser relevantes en estos temas
3. -Hay una base científica y tecnológica adecuada
-Debe legislarse en patentes, pero sobre todo en regulaciones, eliminando factores
subjetivos que hoy terminan siendo los más nocivos
-Bioeconomía es desarrollo territorial integral
Firmas por Escaleno:
Olivier Antoine, Luis Bameule, Roberto Bisang, Marcelo Carrique, Jorge Castro, Lalo
Creus, María Beatriz “Pilu” Giraudo Santiago Del Sel, Ignacio Lartirigoyen, Juan J. Llach,
Egidio Mailland, Félix Peña, Martín Piñeiro, Carola Ramon Berjano,
Manuel Ron, Rodolfo Rossi, Eduardo Trigo, Federico Trucco, Hugo Sigman,
Ernesto Viglizzo, Pedro Vigneau, Fernando Vilella.