La Escuela Clásica en criminología tuvo sus inicios en la segunda mitad del siglo XVIII en Inglaterra e Italia. Autores como Cesare Beccaria, Pellegrino Rossi, Giovanni Carmignani y Francisco Carrara sentaron las bases de esta escuela, la cual se basa en el libre albedrío y el derecho natural. Para los clásicos, el delincuente es moralmente responsable por sus actos y la pena es la retribución por el mal cometido. No buscan las causas del delito ni la rehabilitación del criminal.