El documento resume las diferencias entre la escuela tradicional del siglo XVIII y la escuela nueva de finales del siglo XIX. La escuela tradicional era autoritaria y centrada en el profesor, mientras que la escuela nueva era más democrática y centrada en el alumno, con énfasis en el aprendizaje activo y significativo. La escuela nueva también se adaptó mejor a las necesidades individuales de los estudiantes y promovió la participación y libertad de expresión.