1. ICTUS MEDULAR: INFARTO ARTERIA ESPINAL ANTERIOR
Dr. Jaime Díaz Guzmán. Unidad de Ictus. Servicio de Neurología
Hospital Universitario “Doce de Octubre”. Madrid.
RM T2 columna cervical
sagital (A) y axial (B) al
ingreso
2. ICTUS MEDULAR: INFARTO ARTERIA ESPINAL ANTERIOR
Dr. Jaime Díaz Guzmán. Unidad de Ictus. Servicio de Neurología
Hospital Universitario “Doce de Octubre”. Madrid.
RM T2 columna
cervical sagital (C) y
axial (D) a los 3 meses
de evolución
3. ICTUS MEDULAR: INFARTO ARTERIA ESPINAL ANTERIOR
Dr. Jaime Díaz Guzmán. Unidad de Ictus. Servicio de Neurología
Hospital Universitario “Doce de Octubre”. Madrid.
RM T2 columna
cervical sagital (E) y
axial (F) a los 5 años
de evolución
4. ICTUS MEDULAR: INFARTO ARTERIA ESPINAL ANTERIOR
Dr. Jaime Díaz Guzmán. Unidad de Ictus. Servicio de Neurología
Hospital Universitario “Doce de Octubre”. Madrid.
Paciente mujer de 68 años, hipertensa,
diabética, dislipémica, obesa, ictus
vertebrobasilar sin secuelas 3 años
antes; poliartrosis.
Al despertar una mañana tenía
cervicalgia y parestesias distribuidas por
ambos miembros superiores (MMSS).
En las horas siguientes se añaden al
cuadro debilidad en las manos,
disestesias en abdomen y paraparesia,
sin afectación esfinteriana. En la
exploración en Urgencias, como datos
más destacables, se detectaron una
tetraparesia de neto predominio distal en
MMSS, y de predominio distal, más leve,
en miembros inferiores (MMII),
hiperreflexia generalizada, más
izquierda, y respuestas cutáneo
plantares extensoras bilateralmente.
Hipoestesia tactoalgésica D5-D10, con
posicional y vibratoria normales.
Analíticas, VSG, RX tórax, EKG,
coagulación, LCR, serologías y perfil
autoinmune, normales.
En la RM de columna en fase aguda se
apreciaba una lesión hiperintensa en T2,
desde C3 hasta C8, en la porción
anterior de la médula espinal, en el
territorio neurovascular correspondiente
a la arteria espinal anterior (fotos A y B).
A los tres meses de evolución, la lesión
está bien delimitada, apareciendo muy
hiperintensa en T2, desde C5 hasta D1
(fotos C y D).
A los 5 años de evolución, la paciente ha
quedado con una leve – moderada
paraparesia en MMII, y moderada a
grave, distal, en MMSS, con leve
sintomatología sensorial en MMSS. La
RM muestra atrofia del cordón medular
en toda la extensión longitudinal del
infarto (foto E, flechas), y necrosis del
tercio anterior de la médula espinal (foto
F, cabeza de flechas).
El sustrato espondilótico de la paciente y
la hiperintensidad en fase aguda-
subaguda de los cuerpos de las últimas
vértebras cervicales invitan a pensar,
además de la aterotrombosis, en una
embolia fibrocartilaginosa.