21. El tratamiento con insulina es una necesidad
médica para todos los diabéticos tipo 1 y
numerosos diabéticos tipo 2 que no pueden
alcanzar sus objetivos glucémicos sin dicho
tratamiento. Por ello, es fundamental el conocer el
uso correcto de la insulina.
23. El tratamiento con insulina es adecuado para los
diabéticos tipo 1 o tipo 2.
En el caso de la DM1, dada la carencia total de
insulina, sólo puede lograrse un control glucémico
eficaz con múltiples inyecciones diarias de insulina o
con la infusión de insulina subcutánea continua
mediante una bomba de insulina.
24. Pacientes incapaces de controlar adecuadamente su
glucemia con asociaciones de hipoglucemiantes a dosis
máximas.
Mujeres que planean estar embarazadas o ya lo están
Pacientes que van a someterse a una intervención
quirúrgica
Pacientes con neuropatía, hepatopatía o alergias que
impiden el uso de hipoglucemiantes.
En el caso de la DM2, el tratamiento con insulina
se hace necesario para:
26. Principalmente, la insulina que se utiliza hoy en día
es la recombinante humana.
Se produce ya sea con la secuencia de
aminoácidos de la insulina humana natural, o bien,
en forma de análogos humanos de acción rápida o
prolongada, en que la secuencia de aminoácidos se
ha alterado para potenciar una característica
específica deseada.
29. Insulina lispro e insulina aspart
Estas insulinas de acción rápida imitan la primera
fase de la secreción pancreática de insulina en
respuesta a los alimentos.
Permiten adaptar la dosis a la ingesta de
carbohidratos y gracias a su acción rápida puede
garantizarse que la glucosa y la insulina lleguen al
torrente sanguíneo al mismo tiempo.
30. Es preferente administrarlas al principio de las
comidas.
Dado que su acción es corta pueden llevar a
hiperglucemia a menos que se proporcione
suficiente insulina basal.
31. Regular
Puede usarse al igual que la insulina rápida aunque
debe tomarse 30 a 45 minutos antes de las
comidas.
También se le puede utilizar junto con la insulina
rápida para permitir un “puente” entre las comidas
de tal manera que el paciente pueda consumir un
refrigerio a media mañana sin requerir otra nueva
inyección de insulina rápida.
32. Además, dado que los efectos de la insulina regular
duran hasta 8 hrs, ésta complementa la insulina
basal y puede impedir la hiperglucemia cuando el
periodo entre comidas es largo.
33. Por último, cuando una comida de alto contenido
graso retrasa la digestión de los carbohidratos, la
adición de insulina regular a la inyección de insulina
rápida garantizará la disponibilidad de insulina
cuando sea necesario.
34. NPA
Es excelente para el tratamiento de la
hiperglucemia debida al “fenómeno del alba”.
Puesto que su actividad máxima se da al cabo de 6
a 10 hrs, la insulina NPA administrada antes de
acostarse actuará entre las 4 de la madrugada y las
8 de la mañana, cuando la elevación de la glucosa
puede ser bastante significativa en los pacientes
que experimentan un fenómeno del alba intenso.
35. Lenta
Esta insulina es una asociación de insulinas
ultralenta y semilenta.
En el 80% de los casos, ambas insulinas tienen una
curva total que alcanza el máximo aproximadamente
al cabo de 8 a 12 hrs pero, otras veces, pueden
actuar de manera independiente o puede dominar la
acción de una frente a la otra, lo que confiere a la
insulina lenta una naturaleza imprevisible.
36. Ultralenta
Se diseñó para proporcionar cobertura estable
durante 24 hrs.
Su acción no es muy uniforme
Su absorción es la menos predecible de todas la
insulinas existentes y puede llevar a una acción
imprevista de la insulina y a una duración del efecto
variable.
37. Insulina glargina
Proporciona una acción uniforme y homogénea
durantes 24 hrs.
La absorción de la formulación subcutánea es muy
previsible y está controlada por su solubilidad
alterada con un pH neutro.
Esta insulina no puede mezclarse con otras
preparaciones en la misma jeringa
39. VELOCIDAD DE ABSORCIÓN DE LA INSULINA
Continuo de absorción
Menos variable Más variable
Tipo de insulina
Volumen de
inyección
Zona de inyección
Lispro, aspart, glargina, Regular, NPA Ultralenta
Mayor
Más lenta
SC
Muslo
Pequeño <10 U
Más rápida
IV
Abdomen
IM
Brazo
Vía de inyección
40. • Las velocidades de absorción varían entre un 20 a
40% de un día a otro en cualquier diabético debido
a:
las reacciones hísticas locales
variaciones en la sensibilidad de la insulina
el flujo sanguíneo
la profundidad de la inyección
las cantidades de insulina inyectada
41. Para facilitar una absorción más previsible, se debe
tener en cuenta lo siguiente:
Zona de inyección
Rotación de la zona de inyección
Volumen de inyección
Profundidad de inyección
Longitud de la aguja
Flujo sanguíneo
42. Zona de inyección
Las posibles zonas de inyección subcutánea
comprenden el abdomen (evitando la zona de 2.5 a
5 cm alrededor del ombligo), la parte superior del
muslo, las caderas, las nalgas o la parte posterior
del brazo.
Las inyecciones en el abdomen que tienen una
circulación global más extensa y una temperatura
corporal más alta proporcionan la absorción más
rápida.
43. En el caso de las insulinas de acción prolongada, la
zona de inyección no tiene gran influencia sobre la
velocidad de absorción.
45. Rotación de la zona de inyección
Una consecuencia de la estimulación insulínica en
la diferenciación de los adipocitos es la
lipohipertrofia.
Para evitarla el paciente puede escoger una zona
del cuerpo para las inyecciones y alternar las
inyecciones dentro de esa zona u otras partes del
cuerpo.
46. Volumen de Inyección
Las insulinas de acción rápida y corta deben ser
utilizadas en inyecciones en dosis bajas.
Las dosis grandes (mayor de 10 unidades) se
absorben de manera imprevisible.
47. Profundidad de Inyección
Los pacientes tienen que practicar la inyecciones a una
profundidad uniforme.
48. Longitud de la aguja
Las agujas cortas, aunque son más cómodas, pueden
poner en peligro la absorción, según el grosor de los
tejidos subcutáneos.
49. Flujo sanguíneo
Las actividades que aumentan el flujo sanguíneo
regional aceleran la absorción, por ejemplo, el
ejercicio, el masaje o la fricción local, los fomentos
de agua caliente, saunas, etc. Todas ellas reducen
la predictibilidad de la acción de la insulina.
51. Las insulinas lenta y ultralenta contienen zinc, que
se une a la insulina regular y hace que se precipite
en una mezcla.
La absorción de la insulina regular se retrasa de
manera proporcional a la cantidad de insulina lenta
o ultralenta que contiene la mezcla y al tiempo
durante el cual ambos tipos de insulina están en
contacto.
Esto amplía el efecto de la insulina regular y reduce
más lentamente la glucemia.
52. Cuando se mezclan insulinas en la misma jeringa
debe inyectarse la mezcla 5 minutos después del
llenado de la jeringa.
Al mezclarse en una jeringa, debe introducirse
primero la de acción rápida o corta.
Sólo hay que mezclar insulinas del mismo
fabricante
53. La naturaleza ácida de la insulina glargina impide
mezclarla con otras insulinas.
Las mezclas comerciales preparadas de insulina
NPA e insulina regular (70/30 % ó 50/50 % de
NPA/regular) o de suspensión de insulina lispro
protamina (NPL) e insulina lispro (75/25 % de
NPL/lispro) son muy estables, cómodas y precisas.
55. Es muy importante adaptar los objetivos glucémicos
a la edad, el estado de salud, los antecedentes de
hiploglucemia significativa, el estilo de vida y los
objetivos personales del paciente.
56. Para la mayoría de los diabéticos el objetivo debe
ser tener más de la mitad de los resultados de
glucosa capilar dentro de los siguientes intervalos:
• Preprandial: 70 a 120 mg/dL
• Al acostarse: 100 a 140 mg/dL
• Una o dos horas después de las comidas: de 120 a
160 mg/dL.
57. Insulinas que pueden mezclarse en la
misma jeringa
NPA REGULAR
LENTA O
ULTRALENTA
Insulina lispro
Inulina aspart
regular
Insulina lispro
Insulina aspart
Insulina lispro
Insulina aspart
58.
59. HOMEOSTASIS GLUCÉMICA Y NIVELES DE INSULINA EN
RELACIÓN A GLUCEMIAS
INSULINA BASAL
INSULINA BOLO
INSULINA RESCATE
63. TIEMPO DE ACCION DE LOS ANALOGOS DE LA INSULINA
TIEMPO DE ACCION DE LA INSULINA CONVENCIONAL
64. ESQUEMA DE INSULINA REGULAR SUBCUTÁNEA SEGÚN GLUCEMIA
CAPILAR PREPRANDIAL (DEBE ACOMPAÑARSE DE LA
ADMINISTRACIÓN BASAL DE INSULINA NPH 10 A 15 UNIDADES)
65.
66. ESQUEMAS CONVENCIONALES
1.- Esquema BASAL: Una aplicación de insulina de acción prolongada al día
Consiste en la aplicación de insulina intermedia por la noche manteniendo la
dosis de hipoglucemiantes orales durante el día (dosis máximas de sulfonilureas y
biguanida).
67. AJUSTES DE DOSIS SE DEBERÁN REALIZAR CADA 5 A 7 DÍAS,
DE ACUERDO A LOS NIVELES DE GLUCEMIA MATUTINA
SEGÚN LA SIGUIENTE TABLA
68. ESQUEMAS CONVENCIONALES
2.- Esquema BASAL-AJUSTADA: Dos aplicaciones de insulina de acción
prolongada al día
Consiste en la aplicación de insulina intermedia (NPH) antes del desayuno y al
acostarse.
69. AJUSTES DE DOSIS DE ACUERDO A LOS
NIVELES DE GLUCEMIA MATUTINA Y NOCTURNA
SEGÚN LA SIGUIENTE TABLA
70. ESQUEMAS CONVENCIONALES
3.- Esquema BASAL-PLUS : Dos aplicaciones de insulina de acción prolongada
con insulina de acción rápida al día
Consiste en la administración de insulina NPH con insulina de acción rápida
y ultrarrápida antes del desayuno y antes de la cena.
71. Cabe enfatizar que estas dosis son iniciales y se ajustarán de acuerdo a las
glucemias capilares y obtención de metas de control, cada 5 a 7 días. Tanto de la
dosis basal como la preprandial, se recomienda hacer ajustes con incrementos o
descensos de 2 unidades de insulina de acuerdo con la siguiente tabla:
72. ESQUEMAS INTENSIVOS
1.- Esquema BASAL-BOLO: Dos aplicaciones de insulina de acción prolongada
y tres aplicaciones de insulina de acción rápida al día
Este esquema trata de simular la secreción fisiológica de insulina de una
manera más precisa y es recomendado para pacientes con diabetes tipo 1 o
con diabetes tipo 2 sin control con los esquemas previos.
73. ESQUEMAS INTENSIVOS
1.- Esquema con análogos de larga duración y con análogos de corta duración
En este esquema se aplica una dosis de análogo de larga duración (glargina
o detemir) por la noche o por la mañana, y se aplican (en forma
independiente ya que no se pueden mezclar) análogos de acción corta
(lispro, aspart, glulisina) antes de cada alimento. Tiene como inconveniente
ser el más costoso de los esquemas.
74. Los ajustes de estos últimos esquemas deberán ser más precisos con
incrementos o descensos de 2 a 4 unidades dependiendo de las
glucemias en diferentes momentos del día:
75. Cuando se decide iniciar un esquema de insulina es indispensable tomar en cuenta los
siguientes puntos:
1. Independientemente del esquema que se vaya a aplicar, se requiere que el paciente
tenga consistencia en los horarios de aplicación de insulina y en la ingesta de
alimentos.
2. Se deben eliminar los mitos e ideas falsas comunes sobre la insulina, haciendo
énfasis en los beneficios del control glucémico y la reducción de desenlaces
adversos que se pueden obtener con el tratamiento.
3. La insulina no debe ser utilizada como “amenaza” para buscar adherencia al
tratamiento o cambios de conducta. Se debe erradicar esta actitud y modificar el
concepto a que se debe aplicar la insulina cuando es necesaria.
4. El miedo a la inyección es común, pero la fobia a la agujas es muy rara.
5. Se deben establecer metas reales para cada paciente. Por ejemplo, sería
inconveniente aplicar esquemas intensivos en pacientes con alguna enfermedad
concomitante con mal pronóstico a corto plazo.
6. Los esquemas de tratamiento deben ser dinámicos, constantemente revisados y
modificados según resultados.
RECOMENDACIONES GENERALES
76. La forma más práctica de preparar una infusión de insulina es
agregar 100 unidades de insulina regular en 100 ml de solución
salina al 0.9%.
Se debe purgar el sistema intravenoso con 10-15 ml e iniciar la
infusión monitorizando la glucemia capilar cada hora con la
finalidad de ajustar la velocidad de infusión según las glucemias
capilares.
Se inicia con una dosis 0.1 unidades por kilogramo de peso por
hora e ir ajustando la velocidad de la infusión
77. Siempre utilizar la infusión de insulina IV, inicialmente en la
siguiente forma:
1.- La dosis habitual de insulina se divide entre 24 y la cantidad
resultante se aplica cada hora. Ejemplo Insulina intermedia 25 U en
la mañana 12 U en la noche= 37 U/ 24= 1.5.U por hora.
2.- 0.02 U x K x hora. Ejemplo 70 K x 0.02= 1.4 U por hora
78. Posteriormente se mide la GC cada hora y se sigue el siguiente
esquema:
< 100 mg/dl Reducir insulina a 0.5 U/hora, iniciar suero glucosado
al10% Medir GC a la media hora.
100 - 150 mg/dl Disminuir 0.5 u a la dosis de infusión IV
151 - 200 mg/dl Dejar la misma dosis de infusión IV.
201 - 250 mg/dl Aumentar 1 U x hora a la dosis que recibe.
251 - 300 mg/dl Aumentar 2 U x hora a la dosis que recibe
301 - 400 mg/dl Aumentar 3 U x hora a la dosis que recibe
400 mg/dl Aumentar 4 U x hora a la dosis que recibe
79. CONTROL GLUCÉMICO EN PACIENTES
HOSPITALIZADOS EN ÁREAS NO CRÍTICAS
SE RECOMIENDAN LAS SIGUIENTES ACCIONES :
Iniciar tratamiento con insulina cuando la glucemia pre-prandial
sea >140 mg/dl o >180 mg/dl en cualquier momento de la
hospitalización.
En pacientes con control glucémico intensivo previo a la
hospitalización, se pueden buscar metas más estrictas.
No se deben considerar metas de control estrictas en pacientes
con enfermedades terminales y co-morbilidades graves.
El método mas adecuado es la administración de insulina basal
con correcciones de insulina de acción rápida pre-prandial
Se evitaran esquemas prolongados basados únicamente en
insulina rápida.
80. ESQUEMA DE APLICACIÓN ASCENDENTE:
INSULINA REGULAR SUBCUTÁNEA SEGÚN GLUCEMIA CAPILAR
PREPRANDIAL (DEBE ACOMPAÑARSE DE LA ADMINISTRACIÓN
BASAL DE INSULINA NPH 10 A 15 UNIDADES)
81.
82. Lo ideal es que la pauta de insulina imite los
patrones secretores de la insulina fisiológica y
comprenda la liberación basal de insulina y la
liberación rápida estimulada por las comidas.
El tratamiento con la bomba de insulina o las
múltiples inyecciones diarias de insulina son los 2
métodos que imitan más fielmente la secreción de
insulina natural.
84. Todos los diabéticos tipo 1 deben iniciar una pauta
de mínimo 3 inyecciones al día. Si tras el
establecimiento de esta pauta, los registros de
glucosa capilar y de hemoglobina glucosilada
ponen de manifiesto un control excelente, es
posible reducir a 2 inyecciones.
86. Cuatro inyecciones al día utilizando insulina
rápida e insulina glargina
TEORIA: Una dosis de insulina glargina como
insulina basal proporciona cobertura durante todo el
día y la noche. La insulina de acción rápida cubre
los aumentos glucémicos posprandiales.
VENTAJA: Permite ajustar la insulina entre comidas
basándose en la glucemia preprandial, la ingesta
de hidratos de carbono y la actividad.
88. Cuatro inyecciones al día utilizando insulina
NPH e insulina de acción rápida.
TEORÍA: Dos dosis de insulina NPH o lenta
proporcionan cobertura durante el día y la noche
mientras que la insulina de acción rápida cubre los
aumentos glucémicos posprandiales.
VENTAJA: Permite ajustar la insulina entre comidas
basándose en la glucemia preprandial, la ingesta
de hidratos de carbono y la actividad.
89. Cuatro inyecciones al día utilizando insulina NPH e insulina de
acción rápida.
Efecto
de
la
insulina
Mañana Mediodía Tarde Noche
NPH o lenta
Lispro o Aspart
Lispro
o
Aspart
Lispro
o
Aspart
NPH o lenta
90. Dos inyecciones al día utilizando insulina
regular e insulina NPH o lenta
TEORÍA: La glucemia posterior al desayuno y la
cena se cubre con insulina regular; la glucemia del
almuerzo y durante la noche se cubre con insulina
NPH o lenta.
VENTAJA: Dos inyecciones al día
INCONVENIENTES: Con frecuencia la insulina NPH
administrada en la cena no dura hasta el desayuno.
91. Efecto total de la insulina
Efecto
de
la
insulina
Mañana Mediodía Tarde Noche
NPH o lenta
Regular
NPH o lenta
Regular
Dos inyecciones al día utilizando insulina regular e insulina
NPH o lenta
93. Aproximadamente de la mitad a los dos tercios de
la dosis total diaria de insulina se administra para
cubrir las necesidades basales y debe ser una
insulina de acción prolongada.
El resto de la dosis diaria debe ser cubierto por una
insulina de acción rápida o corta administrada
antes de las comidas para controlar la glucemia
posprandial y la cantidad de unidades debe
ajustarse según la carga calórica de las comidas.
94. La dosis total diaria de insulina se calcula
multiplicando 0.6 unidades por el peso corporal en
kilogramos.
Esto puede modificarse en función de la actividad y
la forma física del paciente
95. Dosis de insulina inicial: diabéticos tipo 1
Dosis U/kg/día Paciente
0.5 Atletas en forma
0.6 Persona que practica ejercicio, mujer en la primera fase del
ciclo menstrual
0.7 Mujer en la última fase del ciclo menstrual o en el 1er trimestre de
la gestación, adulto con enfermedad vírica leve, niño/a al principio
de la pubertad
0.8 Mujer en el 2o trimestre de la gestación, niño/a a mitad de la
pubertad, adulto con infección vírica grave o localizada
0.9 Mujer en el tercer trimestre de la gestación, adulto con infección
bacteriana
1.0 Mujer al final de la gestación, adulto con infección bacteriana o
enfermedad grave, niño/a en el punto crítico de la pubertad
Niño/a enfermo en el punto crítico de la pubertad
1.5-2
97. La persistencia de una glucemia en ayunas alta,
exige ajustar la insulina administrada por la noche
para cubrir las necesidades basales.
También es posible ajustar esporádicamente la
dosis de insulina de acción rápida preprandial en
respuesta a la glucemia que se encuentra fuera de
intervalo objetivo.
98. Los métodos de ajuste se basan en el estudio de
los patrones percibidos en los registros de control
glucémico del paciente, la ingesta alimentaria y el
ejercicio.
99. Métodos de ajuste
Habitualmente, los ajustes se efectúan con
incrementos de un a dos unidades de insulina de
acción rápida o corta.
También puede calcularse la dosis de ajuste como
el 3% de las necesidades diarias de insulina.
100. 1.500
= INDICE DE REQUERIMIENTO
kilos de peso
1.500
= INDICE DE REQUERIMIENTO
Insulina día
( Glicemia Sanguinea – Glicemia Deseada)
= SUPLEMENTO DE INSULINA
Cantidad de Glucosa disminuida por Unidad
(Regla 1500)
Glicemia deseada 100 mg/dl contraregulacion normal
120 mg/dl contraregulacion deteriorada
80 mg/dl embarazo
MÉTODO DE AJUSTE IMPLICA EL USO DE LA FÓRMULA:
INDICE DE REQUERIMIENTO DE INSULINA es la cantidad de Glucosa en mg/dl
que metaboliza 1 Unidad de Insulina
SUPLEMENTO DE INSULINA es la cantidad de Insulina en UI adicional requerida
para adicionar a los bolos
102. La adición de una pauta de insulina simple al
tratamiento con hipoglucemiantes orales,
normalizará la glucemia en la mayoría de los
diabéticos tipo 2 incapaces de alcanzar los
objetivos glucémicos sólo con antidiabéticos orales.
103. Glucemia en ayunas ALTA
Se puede usar el hipoglucemiante oral a la misma dosis
para controlar la glucemia durante el día y añadir una
inyección única de insulina glargina o NPA al acostarse
para controlar mejor las concentraciones en ayunas.
Para evitar la hipoglucemia, una dosis inicial conservadora
consiste en 0.15 unidades/kg, ajustada en incrementos de
2 unidades cada 5 a 7 días según la glucemia en ayunas.
104. Glucemia diurna ALTA
Si la concentración en ayunas es normal pero la
glucemia diurna está fuera del intervalo objetivo
puede hacerse:
A) añadir una segunda inyección de NPA antes del
desayuno: calcular la dosis diaria multiplicando 0.3
U por kg de peso corporal y dividir en 2 dosis, una
por la mañana y una por la noche.
105. B) Añadir insulina regular o de acción rápida antes de
las comidas, puede calcularse una dosis inicial
como 1 unidad por cada 10 g de carbohidratos.
C) Seguir un protocolo de insulina como los de la
diabetes tipo 1.
106. Tratamiento con insulina sola
Cuando las glucemia no puede ser controlada con
dosis máximas de antidiabéticos orales, la carencia
de insulina puede ser importante y muchos
diabéticos se benefician con un tratamiento
parecido al de la diabetes tipo 1.
107. Ejemplos de pautas de insulina
Antes del
desayuno
Antes de la
cena
Al acostarse
NPA
NPA + rápida/corta
NPA + rápida/corta
Rápida/corta
-
-
-
-
NPA + rápida/corta
Rápida/corta
Rápida/corta
Glargina/NPA
NPA
NPA
Glargina
108. Bomba de Insulina
Insulina 1 – 2 Unidades /hora HASTA 3 Unidades/hora
ó
Insulina 0.5 – 1 (1.5) unidades /Kg/dia
109. Este sistema está programado para liberar insulina
(rápida o regular) a una velocidad calculada.
Se han diseñado para infusión subcutánea,
intravenosa o intraperitoneal.
Si bien proporcionan comodidad al paciente, su uso
requiere de capacitación y compromiso con un
control glucémico estricto.
111. Hipoglucemia
Es la complicación más frecuente en el tratamiento con
insulina.
Puede originarse por un retardo en la toma de un
alimento, ejercicio físico inusual o dosis de insulina
demasiado grande para las necesidades inmediatas.
Los síntomas están relacionados con hiperactividad
autónoma, tanto simpática (taquicardia, palpitaciones,
diaforesis) como parasimpática (náusea, hambre). Si
bien en muchos pacientes puede pasar inadvertida.
112. La hipoglucemia leve puede tratarse mediante la
regla del 15: tratar con 10 a 15 g de carbohidratos
sin grasas, esperar 15 minutos y luego repetir la
determinación de glucosa capilar.
Cuando la hipoglucemia sea grave y no pueda
administrarse glucosa por vía oral está indicado el
uso de solución de glucosa al 50% o glucagón por
vía subcutánea o intramuscular.
113. Fenómeno Alba
(hiperglicemia matinal)
La hiperglicemia matinal en ayunas es frecuente
cuando la dosis basal de insulina de la tarde es
insuficiente o cuando se administra insulina NPH
con la cena en lugar de al acostarse.
La solución consiste en aumentar la dosis de la
insulina basal, retrasar la inyección de NPH hasta
el momento de acostarse o sustituir la insulina NPH
por insulina de acción prolongada (glargina o
ultralenta)
114. Alergia a la Insulina
Es un trastorno poco frecuente de hipersensibilidad
en donde se presenta urticaria local o generalizada
debida a la degranulación de mastocitos
sensibilizados por los anticuerpos IgE antiinsulina.
Esta sensibilidad se debe generalmente a proteínas
diferentes a la insulina por lo que las nuevas
técnicas de purificación han reducido notablemente
la incidencia de estas reacciones.
115. Aumento de peso
El inicio del tratamiento con insulina está asociado
a un aumento de peso, porque, conforme el control
glucémico mejora, la glucosa es captada por el
organismo y estimula el crecimiento del tejido
adiposo.
La asociación que mejor reduce al mínimo el
aumento de pedo es la metformina y la insulina
glargina o NPH al acostarse.
Notas del editor
El objetivo es controlar la hiperglucemia que se presenta por la producción hepática de glucosa durante la noche, sin embargo se recomienda que sea aplicada a las 22-23 horas o al acostarse ya que el efecto de la insulina puede
terminar durante la madrugada y por la mañana presentar hiperglucemia (“fenómeno del amanecer”).
Es eficaz mientras aún haya reserva pancreática por lo que no se debe considerar en pacientes con diabetes tipo 1.
En este esquema se puede considerar el uso de análogos de acción prolongada (glargina o detemir).
La dosis recomendada en varios textos es de 10 unidades subcutáneas, lo cual puede ser adecuado en pacientes con sobrepeso ú obesidad. Los enfermos con peso subnormal por descontrol crónico o dietas inapropiadas pueden presentar mayor sensibilidad a la insulina por lo que se recomienda iniciar con dosis de 0.1
unidades por kilogramo de peso.
Los ajustes de dosis se deberán realizar cada 5 a 7 días, de acuerdo a los niveles de glucemia matutina según la siguiente tabla:
Si en cualquier momento la glucemia es <70 mg/dL se recomienda no incrementar dosis de insulina e inclusive se deberá valorar descenso en la dosis de insulina de 2 a 4 unidades, especialmente si el paciente presenta una glucemia <60 mg/dL o una hipoglucemia grave (definida como aquel descenso de glucosa en el que el paciente no es capaz de tratarse por sí mismo y requiere asistencia de otra persona).
Si el paciente persiste con descontrol a pesar de recibir 15 unidades de insulina por la noche, se deberá progresar al siguiente esquema.
Para iniciar este esquema se debe calcular la dosis de 0.4 a 0.7 unidades por kilogramo de peso al día y administrar dos tercios en la mañana y 1/3 por la noche.
Por ejemplo, si un paciente de 70 kilogramos recibe 0.5 unidades por kilogramo, entonces la dosis total sería de 35 unidades de insulina NPH,indicándose 23 unidades por la mañana y 12 unidades por la noche.
Estas dosis se van ajustando de acuerdo a su meta de control y niveles de glucosa preprandial cada 5 a 7 días. Para los ajustes de la dosis matutina se pueden seguir los mismos principios de la tabla anterior
Si el paciente presenta hipoglucemia durante el día, se deberán disminuir 2 a 4 unidades de la dosis aplicada antes del desayuno. Si el paciente refiere hipoglucemias durante la madrugada, se disminuyen 2 a 4 unidades de la insulina de aplicación nocturna.
En este esquema se puede mantener el uso de biguanida (metformina) a dosis máxima y generalmente se suspende la sulfonilurea ya que aquellos pacientes que tienen requerimientos mayores de 25 a 30 unidades al día de insulina difícilmente obtendrán mayores beneficios de este grupo de fármacos.
Se aplica en aquellos pacientes que persisten con elevaciones de glucosa basal y además tienen hiperglucemia asociada a la ingesta de alimentos. Consiste en la administración de insulina NPH con insulina de acción rápida y ultrarrápida antes del desayuno y antes de la cena.
El objetivo es buscar un mejor control al suprimir la hiperglucemia preprandial y postprandial que se presenta conforme avanza el deterioro de la célula beta y por consiguiente, de la reserva pancreática en pacientes con diabetes tipo 2. Este esquema puede ser aún insuficiente en pacientes con diabetes tipo 1.
Una forma simple de dosificación consiste en calcular 0.4 a 0.7 unidades por kilogramo de peso al día y administrar dos tercios de insulina de larga duración y un tercio de insulina de acción rápida o ultrarrápida. De la cantidad de insulina de larga duración, se divide el total de la dosis en dos tercios para aplicarse en la mañana y un tercio para aplicarse por la noche. Asimismo, de la cantidad total de insulina de acción rápida o ultrarrápida, se administran dos tercios por la mañana y un tercio por la noche. Por ejemplo, en el paciente de 70 kilogramos que recibe 0.5 unidades por kilogramo, la dosis total de insulina será de 35 unidades, pero serán 23 unidades de insulina NPH y 12 unidades de insulina rápida, lispro, aspart o glulisina; de NPH se aplicarán 15 unidades por la mañana y 8 unidades por la noche, 8 unidades de acción corta por la mañana y 4 por la noche.
En concreto, al paciente se indicará aplicar por la mañana 15 unidades de insulina NPH con 8 unidades de insulina de acción corta antes del desayuno y 8 unidades de insulina NPH con 4 unidades de insulina rápida antes de la cena.
Cabe enfatizar que estas dosis son iniciales y se ajustarán de acuerdo a las glucemias capilares y obtención de metas de control, cada 5 a 7 días. Tanto de la dosis basal como la preprandial, se recomienda hacer ajustes con incrementos o descensos de 2 unidades de insulina de acuerdo con la siguiente tabla
Un inconveniente de este esquema es que el efecto de la insulina rápida se puede potenciar al sumarse con el pico de acción de la insulina NPH, lo que produce hipoglucemia a mediodía y de las 00:00 a 3:00 hrs por lo que se hace necesario mantener un horario estricto de alimentos e ingerir colaciones antes de estos tiempos estimados de hipoglucemia.
En este esquema se puede valorar proseguir con la administración de metformina, pero definitivamente no tiene lugar el uso de otros hipoglucemiantes orales.
A medida que existe menor reserva pancreática, se va a requerir la administración de esquemas más complejos como los que se presentan a continuación.
Esquema de dos aplicaciones de insulina de acción prolongada y tres aplicaciones de insulina de acción rápida al día
Este esquema trata de simular la secreción fisiológica de insulina de una manera más precisa y es recomendado para pacientes con diabetes tipo 1 o con diabetes tipo 2 sin control con los esquemas previos
En este esquema se aplica insulina de acción corta antes de cada alimento y con insulina NPH basal antes del desayuno y antes de la cena. En ocasiones se recomienda que se aplique la insulina NPH antes de acostarse en lugar de administrase antes de la cena, para minimizar el riesgo de hipoglucemia y evitar el fenómeno del amanecer
La dosis adicional de insulina de acción corta que se aplica en la comida será necesaria ya que conforme progresa el descontrol, la insulina NPH puede tener menor duración de efecto presentándose hiperglucemia antes de la cena.
Existe una gran diversidad de protocolos de infusión de insulina en estado crítico que difieren en complejidad,
metas de control, velocidad de infusión, y criterios para cambios de dosis.
Cada centro debe estandarizar un esquema que sea entendible y fácil de aplicar.
Como recomendación general se sugiere reducir o aumentar 25 a 50% de la dosis previa según las mediciones horarias para evitar variaciones importantes en la glucemia.
También es indispensable identificar a aquellos pacientes que presenten situaciones que contraindiquen el uso de infusión intravenosa de insulina o un control estricto, tales como son aquellos con alteraciones del estado cognitivo por efecto de la edad avanzada, uso de fármacos psicotrópicos, historia de hipoglucemias inadvertidas, alteraciones cardíacas inestables o con evento cerebral vascular. En cada paciente debe evaluarse el riesgo -beneficio de un control estricto.
La forma ideal es poner 100 U. de insulina de acción rápida, aspart o lispro, en 100 ml de solución salina, de forma que 1 ml = 1 U. Esta solución se aplica a través de la venoclísis de suero glucosado
Por el momento, no se ha establecido cuál es la meta de control glucémico óptimo en pacientes hospitalizados con la cual se pueda obtener el mayor beneficio y menores índices de eventos adversos, principalmente hipoglucemia.
Aunque en el momento actual no existen estudios aleatorizados que evalúen una meta de control en este grupo de pacientes, se recomiendan las siguientes acciones:
El tratamiento con insulina frecuentemente utilizado en hospitales es el esquema de aplicación “ascendente “, el cual consiste en bolos de insulina rápida subcutánea según las lecturas de glucemias capilares. La principal desventaja de este esquema es que la insulina se administra después de que ocurre la hiperglucemia lo cual dista de ser fisiológico y se convierte en una “persecución” de la hiperglucemia. En múltiples estudios se ha demostrado que esta modo de tratamiento es ineficiente e inclusive en algunas circunstancias, peligros.
En general, todos los pacientes con diabetes necesitan un aporte basal de insulina para suprimir la producción hepática de glucosa en el estado post-absortivo (entre los alimentos, durante la noche y cuando el paciente se encuentra en ayuno) por lo que se recomienda la administración subcutánea de una insulina de larga duración con “correcciones” preprandiales a base de insulina Regular o de acción corta subcutánea.
Por ejemplo, un paciente puede recibir un aporte basal inicial de insulina NPH de 10 a 15 unidades subcutáneas, dosis que en general es bien tolerada y suficiente para evitar hiperglucemia grave y que puede irse ajustando día a día según sus requerimientos; agregándose aplicaciones de insulina Regular subcutánea preprandial como las sugeridas en la tabla 2. Debido a que la dosis de insulina depende del grado de hiperglucemia, de la sensibilidad a la insulina, del estado nutricional del paciente, de la frecuencia de las mediciones, los horarios de alimentos y la coordinación de la aplicación de insulina con los tiempos de ayuno programados para realización cirugías o de estudios de laboratorio y/o gabinete, es difícil establecer un esquema único de tratamiento. Se requiere que cada centro hospitalario establezca un protocolo de tratamiento y que se promueva una comunicación multidisciplinaria continua entre el personal médico, de enfermería, de nutriología, e inclusive en la medida de lo posible involucrar al paciente y a sus familiares.
El tratamiento con insulina frecuentemente utilizado en hospitales es el esquema de aplicación “ascendente “, el cual consiste en bolos de insulina rápida subcutánea según las lecturas de glucemias capilares. La principal desventaja de este esquema es que la insulina se administra después de que ocurre la hiperglucemia lo cual dista de ser fisiológico y se convierte en una “persecución” de la hiperglucemia. En múltiples estudios se ha demostrado que esta modo de tratamiento es ineficiente e inclusive en algunas circunstancias, peligroso24, 25.
En general, todos los pacientes con diabetes necesitan un aporte basal de insulina para suprimir la producción hepática de glucosa en el estado post-absortivo (entre los alimentos, durante la noche y cuando el paciente se encuentra en ayuno) por lo que se recomienda la administración subcutánea de una insulina de larga duración con “correcciones” preprandiales a base de insulina Regular o de acción corta subcutánea.
Por ejemplo, un paciente puede recibir un aporte basal inicial de insulina NPH de 10 a 15 unidades subcutáneas, dosis que en general es bien tolerada y suficiente para evitar hiperglucemia grave y que puede irse ajustando día a día según sus requerimientos; agregándose aplicaciones de insulina Regular subcutánea preprandial como las sugeridas en la tabla 2. Debido a que la dosis de insulina depende del grado de hiperglucemia, de la sensibilidad a la insulina, del estado nutricional del paciente, de la frecuencia de las mediciones, los horarios de alimentos y la coordinación de la aplicación de insulina con los tiempos de ayuno programados para realización cirugías o de estudios de laboratorio y/o gabinete, es difícil establecer un esquema único de tratamiento. Se requiere que cada centro hospitalario establezca un protocolo de tratamiento y que se promueva una comunicación multidisciplinaria continua entre el personal médico, de enfermería, de nutriología, e inclusive en la medida de lo posible involucrar al paciente y a sus familiares.