La estimulación temprana proporciona a los niños las mejores oportunidades de desarrollo físico, intelectual y social a través de actividades estimulantes desde el nacimiento hasta los 7 años, cuando el cerebro es más plástico. La estimulación temprana se enfoca en cuatro áreas clave: cognitiva, motriz, lenguaje y socioemocional, para favorecer el óptimo desarrollo del niño.