El documento compara la educación tradicional frente a la educación holística, resaltando que la educación tradicional se enfoca en la transmisión de conocimientos e instrucción dirigida al intelecto, mientras que la educación holística busca el desarrollo armónico de las funciones de la razón, intuición y emoción, considerando al educando como un sujeto activo en evolución y transformando su conciencia para producir cambios absolutos en sus opiniones y conductas.