La estrategia publicitaria cumple tres etapas: 1) la etapa de promoción del producto para demostrar que los nuevos productos son mejores, 2) la etapa competitiva cuando la demanda del producto se ha reconocido pero falta probar si es superior a la competencia, y 3) la etapa de retención de imagen para sostener la campaña publicitaria y recordarle a los consumidores las bondades del producto.