Yo estudie para ser docente porque necesitaba una profesión. Cuando comencé
la carrera no sabía con que me iba a encontrar. He pasado momentos buenos y malos,
pero siempre pude salir adelante.
Después de cuatro años de esfuerzo y dedicación, llegué al fin del objetivo
propuesto: SER DOCENTE. De ahí en más, empezó otra etapa de mi vida.
Me considero una persona muy sociable lo cual hace que la relaciones con los
demás sean fluidas y espontáneas. Los primeros días de marzo del año 2007, el destino me llevo a el encuentro del
lugar donde realizaría mis primeras experiencias como maestro, y donde a la fecha sigo
trabajando.
Muy temprano, un amigo me pasó a buscar con su camioneta en la cual cargué
mis pertenencias necesarias como para residir cerca de mi nuevo empleo. Además llené
mi mochila con todo el bagaje de conocimientos que creía indispensables para enfrentar
el encuentro con mis hijos adoptivos. Con corbata, guardapolvo blanco, expectativas y
ganas de enseñar me dirigí a la escuela.
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
EXPERIENCIAS REALES
1. II Congreso Internacional
sobre profesorado
principiante e inserción
profesional a la docencia
El acompañamiento a los docentes noveles:
prácticas y concepciones
Buenos Aires, del 24 al 26 de febrero de 2010
2. II Congreso Internacional sobre profesorado principiante e inserción profesional a la docencia
López, Juan 1
Eje temático 6: El acompañamiento a noveles como política nacional de formación
docente en Argentina.
REPORTES DE EXPERIENCIAS
EXPERIENCIAS REALES
López, Juan
I.F.D. Sierras de Misiones
San Vicente – Misiones
Yo estudie para ser docente porque necesitaba una profesión. Cuando comencé
la carrera no sabía con que me iba a encontrar. He pasado momentos buenos y malos,
pero siempre pude salir adelante.
Después de cuatro años de esfuerzo y dedicación, llegué al fin del objetivo
propuesto: SER DOCENTE. De ahí en más, empezó otra etapa de mi vida.
Me considero una persona muy sociable lo cual hace que la relaciones con los
demás sean fluidas y espontáneas.
Los primeros días de marzo del año 2007, el destino me llevo a el encuentro del
lugar donde realizaría mis primeras experiencias como maestro, y donde a la fecha sigo
trabajando.
Muy temprano, un amigo me pasó a buscar con su camioneta en la cual cargué
mis pertenencias necesarias como para residir cerca de mi nuevo empleo. Además llené
mi mochila con todo el bagaje de conocimientos que creía indispensables para enfrentar
el encuentro con mis hijos adoptivos. Con corbata, guardapolvo blanco, expectativas y
ganas de enseñar me dirigí a la escuela.
Después de recorrer 30 km sobre cinta asfáltica, dejamos la misma para ingresar
a una PARAJE que lleva el nombre de MANDARINA (porque según la historia local, los
camioneros que extraían madera, se detenían a cierta altura a recoger la deliciosa fruta).
Por este lugar, recorrimos otros 6 km. Llegamos a la escuela Nº 92.
El director me recibió afectuosamente dándome la bienvenida con los demás
colegas. Pero aún debía seguir la marcha para llegar a la tan ansiada aula satélite.
Junto al director, seguimos el trayecto.
La camioneta se detuvo frente al arroyo que no posee un puente de paso. Por lo
que tuvimos que cruzar el arroyo por una pínguela (tronco de madera que une las orillas
del agua). Ya del otro lado atravesamos una plantación de maíz y llegamos a la casa de
un vecino el cual se encontraba debajo de su galpón con su familia, atando tabaco.
3. II Congreso Internacional sobre profesorado principiante e inserción profesional a la docencia
López, Juan 2
El director me presentó como el NUEVO MAESTRO DEL AULA. Esto me hizo
sentir incómodo y extraño. Compartimos un rico mate y seguimos visitando a los demás
para llevarles la noticia.
Ya siendo el mediodía, y bajo un sol radiante y un sofocante calor, llegué al aula.
A mi aula. Como la mayoría, al estar en una zona rural y alejada posee mínimas
condiciones, lo que no impediría que yo realice la tarea a la que fui designado.
Siendo el único maestro, me quede para recibir a los niños que uno a uno iban
llegando.
En ese momento comencé a formar parte de un contexto en el cual había una
serie de circunstancias adversas (no tener a quien acudir, si surge una dificultad, para
consultar si lo que estoy haciendo está bien, si es o no así. Tener alumnos en distintas
etapas, edades, posibilidades, etc.), estaba y está en mi comprender y aceptar el desafío
de que la enseñanza tiene que ser un trabajo de adentro hacia afuera. Recordé que entre
todas las cosas que traía en la mochila había algo que hablaba de hacer arte, que el arte
de la docencia consiste en entregarse como ser humano, ser auténtico y congruente;
Para lograr esta congruencia, se requiere mostrar la vida interior a los demás, debe existir
un genuino interés por el prójimo, por conocer su mundo, interesarse en sus referencias,
sus experiencias y ANHELOS….
Empecé a trabajar con las cosas o situaciones que surgen del lugar. Por ejemplo:
las actividades diarias, económicas, el contacto con los animales y la tierra que los niños
que viven en la “colonia” conocen mejor que nadie.
El trabajo que debía realizar me era indiferente (grados acoplados de 1º a 7º). Me
costó organizarme porque no podía aplicar nada de lo aprendido o adquirido en el
profesorado.
Traté de no imponer nunca mi condición, más bien enfrenté lo desconocido
poniéndome en el lugar de los educandos y preservando la sorpresa, aceptando el riesgo
del fracaso. Porque también comprendí que la docencia es es eso…FRACASO, pero que
luego se van modificando y mostrando diferente, ya que jamás una clase volverá a ser
como la anterior…
Me pregunté sin encontrar respuestas, admitiendo mi propia ignorancia sobre
cuál es el punto de partida para el aprendizaje, creando puentes comunitarios, marcados
por la huellas del saber, y de ahí en más encontrar el camino en el cual docente y
alumnos llegaremos juntos a la meta. Pensando también en una frase de Henry Giroux,
1992 “No hay ya más caminos seguros”.
4. II Congreso Internacional sobre profesorado principiante e inserción profesional a la docencia
López, Juan 3
Sólo hay posibilidades efímeras para que pensemos a través del pasado, para
que examinemos las historias sedimentadas que constituyen lo que somos y nos
podamos insertar en el presente para luchar por una sociedad mejor.
“Tendré que aprender a ser rápido para llegar a cada grupo diferente y entregarle
los conocimientos mínimos requeridos para promocionar y que este les sea útil para
enfrentar los desafíos del mundo actual. ¿O tendré que desaprender algunas prácticas
para encontrarme con mis actuales alumnos”?
Sin duda, tuve que adaptarme a una realidad que me era distante. Me sentía
preparado científica y profesionalmente pero me faltaba acumular experiencias, ya que
éstas son las más necesarias para nuestra tarea, porque mediante las mismas, podemos
mejorar nuestro actuar cotidiano no solo como maestros sino también como personas”.
Aunque entendemos con claridad que el proceso de enseñanza – aprendizaje
implica transferencia de un conocimiento, es oportuno preguntamos, verdaderamente:
¿quién aprende de quien?, ¿quién se entrega a quién?, ¿quién debe tenerle paciencia a
quién?… Es importante que cada quien tome el papel que le corresponde jugar y sacarle
el mejor provecho al momento de cada aprendizaje.