El método de Fanger para la evaluación del confort térmico calcula dos índices, PMV y PPD, a partir de parámetros ambientales y fisiológicos como la vestimenta, actividad y temperatura. Estos índices proporcionan información clara sobre la sensación térmica y el porcentaje de personas insatisfechas en un ambiente, siendo una herramienta ampliamente utilizada en la norma ISO 7730.