Este documento define y clasifica las falacias o razonamientos erróneos. Explica que las falacias se dividen en tres tipos: las que apelan a los sentimientos, las que provienen de errores lingüísticos y las que surgen de razonamientos falsos. Dentro de cada tipo proporciona ejemplos concretos de falacias como la apelación a la autoridad, el equívoco o la generalización apresurada.