Este documento resume brevemente la historia de la fiebre amarilla, incluyendo el descubrimiento del mosquito Aedes aegypti como su transmisor por el médico cubano Carlos Finlay a finales del siglo XIX, así como los esfuerzos de erradicación en las décadas de 1940 y 1950 a través del uso de insecticidas clorados y la creación de oficinas para prevenir la enfermedad y controlar artrópodos.