Historia natural de la fiebre tifoidea, definición, triada ecológica, periodo pre patogénico, signos, síntomas, periodo post patogénico, tratamiento y niveles de prevención.
Edema agudo de pulmón. fisiopatología, clínica, diagnóstico,
Historia natural de la enfermedad fiebre tifoidea
1. Historia natural de la enfermedad
“FIEBRE TIFOIDEA”
Catedrático: Lic. Araceli Vázquez Trujillo
Alumna: Dora Nohemí Rivera Bernal
Materia: Salud Pública y Epidemiología
2. Definición: La fiebre tifoidea o fiebre entérica es una enfermedad
infecciosa producida por Salmonella typhi (bacilo de Eberth), o Salmonella
paratyphi A, B o C. Su reservorio es el humano, y el mecanismo de contagio
es fecal-oral, a través de agua y de alimentos contaminados con
evacuaciones.
PERIODO PREPATOGENICO
T
r
i
a
d
a
e
c
o
l
ó
g
i
c
a
Agente:
Salmonella typhi (bacilo de Eberth), o Salmonella paratyphi A, B ó C.
Huésped: Humano, Su incidencia es mayor en personas de edades
comprendidas entre los 5 a 19 años de edad. Ingresan por vía
digestiva y llegan al intestino delgado.
Medio ambiente : Universal; agua y alimentos contaminados
las moscas pueden transmitir la fiebre tifoidea en ambientes poco
higiénicos transportando las bacterias a la comida y a la bebida.
También se transmite de persona a persona en ambientes poco
higiénicos donde las aguas fecales pueden entrar en contacto con la
comida y bebida o debido a una pobre higiene personal en la
manipulación de alimentos.
3. Periodo prepatogénico
Enfermedad temprana (signos y síntomas prodrómicos): El comienzo
puede ser gradual, con anorexia, letargia, malestar, cefalea, molestias y
dolores generales y fiebre. Durante la primera semana hay una fiebre
remitente que aumenta poco a poco, se localiza en diversos órganos y
produce fenómenos inflamatorios y necróticos, debidos a la liberación de
endotoxinas. Finalmente, las salmonellas se eliminan al exterior por las
heces.
Periodo de incubación: Ingresan por vía digestiva y llegan al intestino,
pasando finalmente a la sangre, causando una fase de bacteremia hacia la
primera semana de la enfermedad. Las Salmonellas penetran por la boca
llegan al intestino delgado y se multiplican durante un periodo de
incubación de 3 a 4 días (dependiendo del inoculo, de la edad, de la salud y
de otras características del paciente). implantándose en las vellosidades
del íleon. A través de las placas de Peyer llegan al Epitelio Intestinal. A
continuación se desplazan a los folículos linfoides intestinales que invaden
reproduciéndose en su interior. A través de los monocitos llegan a los
vasos linfáticos mesenterios, desplazándose al torrente sanguíneo. En el
período de incubación, que dura de 10 a 15 días, se aprecian trastornos del
estado general, una fase de bacteriemia con fiebre que aumenta
progresivamente hasta alcanzar 39-40 °C, en cuyo momento se mantiene,
cefalea, estupor, roséola en el vientre, tumefacción de la mucosa nasal,
úlceras en el paladar y, a veces, hepatoesplenomegalia y diarrea.
4. Signos y síntomas (enfermedad discernible ):El comienzo puede ser gradual, con
anorexia, letargia, malestar, cefalea, molestias y dolores generales y fiebre.
Durante la primera semana hay una fiebre remitente que aumenta poco a poco. Constituye
síntomas notables en casi todos los casos la cefalea.
La fiebre tifoidea esta caracterizada por fiebre alta constante (40º), sudoración se divide
en cuatro fases, durando cada una de ellas una semana aproximadamente.
Primera semana: Durante esta fase sube lentamente la temperatura con una bradicardia
relativa, malestar general, dolor de cabeza y tos. Se ha observado Epistaxis en una
cuarta parte de los casos. Hay leucopenia con eosinopenia y linfocitosis relativa.
Segunda semana: Durante esta fase se produce la postración. Llegando la fiebre al culmen
de los 40º C. Hay bradicardia con un pulso dicrótico. El delirio es frecuente (este
delirio le da a la Fiebre Tifoidea el nombre de fiebre nerviosa). En un tercio de los
pacientes se han observado puntos rojos en la parte inferior del pecho y abdomen. Hay
respiración agitada. El abdomen está distendido y dolorido en cuadrante derecho
inferior. La diarrea puede también ocurrir en esta fase (6 - 8 deposiciones por día), de
apariencia verde y olor característico No obstante el estreñimiento también es
frecuente. El Bazo e hígado están inflamados con un aumento del nivel de
transaminasas.
Tercera semana (enfermedad avanzada): En esta semana si la fiebre tifoidea no se trata,
las complicaciones son frecuentes: Hemorragias Intestinales debidas a la congestión de
las Placas de Peyer (serias pero no necesariamente mortales); Perforación intestinal en
el Íleon que puede dar lugar a peritonitis; abscesos que pueden derivar en encefalitis,
colecistitis, endocarditis y osteitis; y fallo renal. La fiebre es alta.
Finales de Tercera semana/Principios de la cuarta: La temperatura corporal se va
restableciendo, pero el debilibitamiento aun persiste.
5. Periodo pospatogénico
Rehabilitación: La enfermedad puede evolucionar a la curación en 2 semanas o prolongarse
con localizaciones focales a partir de la quinta semana.
Cronicidad: Si no se somete a un tratamiento adecuado pueden presentarse complicaciones
graves, como hemorragia y perforación intestinal, shock séptico. Se produce un cierto
grado de inmunidad que, aunque no protege frente a las reinfecciones, cuando éstas se
producen son más benignas. El estado de portador puede ser transitorio o crónico.
Diagnóstico microbiológico:
• Hemocultivo: El Hemocultivo es fundamental para el diagnóstico en el periodo de invasión.
En la primera semana de enfermedad el 85-90% de resultados son positivos.
• Coprocultivo: La fiebre tifoidea no siempre se acompaña de diarrea. El germen se elimina
por las heces. La positividad es muy alta en las 2-4 semanas, permaneciendo positivo en
portadores crónicos. Un solo coprocultivo negativo no descarta la enfermedad, pues las
salmonellas se eliminan de manera intermitente.
• Serología: Para demostrar la presencia de Ac en el suero del enfermo a partir de la
primera semana de enfermedad. Widal aplicó el fenómeno de la aglutinación al diagnóstico
de las enfermedades infecciosas, a propósito precisamente de la fiebre tifoidea.
• Diagnóstico Diferencial: En clínica es importante hacer el diagnóstico diferencial con una
apendicitis o una peritonitis ya que es muy frecuente la inflamación de los ganglios en el
tracto gastrointestinal. En la fiebre tifoidea es notoria la inflamación que se ve a simple
vista en el yeyuno-íleon caracterizada por un aumento de volumen en la inserción del
mesenterio, esta corresponde a la inflamación de las placas de Peyer, característico en
esta patología.
6. Tratamiento: Antibióticos como la ampicilina, cloranfenicol,
trimetoprim-sulfametoxazol y ciprofloxacina han sido
comúnmente usados para tratar la fiebre tifoidea en los países
desarrollados reduciendo la tasa de mortalidad al 1% de los
casos. Debido a la resistencia que está desarrollando la
Salmonella Typhi a estos medicamentos se está considerando el
uso de otros antibióticos como la Fleroxacina.
A causa del riesgo de deshidratación causado por las diarreas
también es recomendable reponer los electrolitos por vía
intravenosa. También se recomienda suministrar a los enfermos
dieta blanda.
7. Niveles de prevención
1º nivel
Primario
2º nivel
Secundario
3º nivel
Terciario
Promoción de la salud:
Sensibilizar a la
población sobre el
riesgo que existe de
contagiarse con la
enfermedad por una
mala higiene personal y
al preparar y manipular
alimentos o beber agua
sin purificar
Prevención : se basa
principalmente en el
diagnostico oportuno de
la enfermedad por
medio de pruebas de
laboratorio para
detectar el
padecimiento y el
tratamiento precoz
para así prevenir los
síntomas propios de la
enfermedad.
Limitar el daño: si la
enfermedad fue
detectada en una etapa
mas avanzada se debe
dar los cuidados y
medicamentos para la
recuperación y así
evitar secuelas y
complicaciones que
pueden dejar daños
permanentes o en su
defecto causar la
muerte.