El ciclo político de los radicales en Chile terminó luego de que Gabriel González Videla asumiera la presidencia en 1946 con el apoyo del Partido Comunista. Sin embargo, en 1948 González Videla promulgó la "Ley Maldita" que prohibió al Partido Comunista, lo que marcó el fin de la alianza entre los radicales y los comunistas.