El documento describe la importancia de establecer límites claros en la relación entre fisioterapeutas y pacientes para evitar malentendidos. Sugieren que los fisioterapeutas marquen límites desde el principio y sigan un código ético que prohíbe la violencia, relaciones sexuales, romper la confidencialidad o terminar sesiones de manera anticipada. Siguiendo estas reglas, se puede establecer una relación sólida basada en la confianza mutua que beneficie el proceso terapéutico.