El documento discute diferentes perspectivas filosóficas sobre el fundamento del currículo educativo. Vilchez considera que la filosofía influye en el currículo al aclarar valores y la naturaleza del conocimiento. Maldonado señala que la filosofía provee un enfoque epistemológico sobre el conocimiento y otro sobre la interpretación de la vida. Orta y Useche citan a Lundgren al postular que la teoría curricular no puede construirse solo sobre procesos de enseñanza-aprendizaje, sino también sobre valores en una sociedad