La fusión bancaria implica la unión de dos o más entidades bancarias, ya sea por incorporación o absorción, para formar una nueva sociedad que reemplace a las existentes. Esto puede ocurrir mediante la creación de una nueva entidad legal, la absorción de una entidad por otra, o la compra de acciones. Las fusiones buscan resolver problemas del sistema financiero y de las instituciones, pero no necesariamente resultan en mayores eficiencias si las entidades no son sólidas.