Una mala alimentación en la tercera edad puede causar frecuentes visitas al médico y enfermedades como anemia, hipertensión y diabetes. Se recomienda hacer la compra semanal, comer 3 comidas al día con una variedad de alimentos como carnes blancas, cereales, legumbres, verduras, productos lácteos y pescado, beber al menos 2 litros de agua diarios, reducir las calorías, la sal y el colesterol.