La revolución industrial trajo nuevos problemas para la clase obrera, incluyendo condiciones de vida pobres, salarios bajos, horarios excesivos de trabajo e incluso trabajo infantil. Los obreros vivían apiñados en los suburbios de las ciudades industriales, trabajando 14-16 horas por día los 7 días de la semana. El paro era común debido a la gran oferta de mano de obra. Los obreros inicialmente se enfocaron en las máquinas como la causa de sus problemas, pero pronto comenzaron a organizarse para luchar por sus