El documento argumenta que la revolución educativa no es posible sin la integración de herramientas tecnológicas en las aulas. Las herramientas tecnológicas están diseñadas para facilitar el trabajo docente y permitir el intercambio de información dentro y fuera de las escuelas. Los niños pueden acceder a nuevos mundos y conocimientos a través de estas herramientas. Además, los procesos educativos pueden mejorarse radicalmente con el uso de tecnologías móviles.