Historias plastificadas by Plasticoff

HISTORIAS
PLASTIFICADAS
...en la piel de un plástico.
POR PLASTICOFF
HISTORIAS PLASTIFICADAS www.plasticoff.blogspot.com

¿qué sería yo?
Hola soy una botella de plástico y pronto mi vida cambiará .Yo vivo en la nevera de una
casa y estoy tranquilo pero hoy van a beber mi contenido, el niño que bebe de mí es
listo y me tirará en el contenedor correcto, el amarillo.
Así ha sido, paso días en ese contenedor, hasta que llega el camión de reciclaje y para
en muchos pueblos, pero al final acaba en la planta de reciclaje y me selecciona en
plásticos como pet o pvc .Yo soy un plástico pet así que me llevan al espacio pet , me
funden y me convierten en ...
Hola soy yo otra vez , pero ahora soy un forro polar, y ¿sabéis de quién? Sí, el niño que
me tiró al contenedor amarillo me ha comprado, él no sabe que soy yo, pero nos
estamos disfrutando dos veces.
LUCAS CARDOSO

Memorias de una botella de plástico
Hola, soy una botella llamada cabreiroá unidad 203 al menos eso es lo que dice mi
etiqueta. La cual perdí cuando se me despegó por culpa del agua. No tengo mucho que
hacer aquí en este cementerio de plástico submarino por eso me dedico a hablar con
mi imaginación. Os contaré mi historia, hará 5 meses desde que me fabricaron. Por
aquel entonces estaba lleno de agua. Nos empaquetaban y nos llevaban a tiendas y
supermercados y a mí me toco parar en O Porriño una ciudad pequeña no muy bonita.
Un día un niño me compró, yo estaba entusiasmado por averiguar en que me
transformaría al reciclarme después de mi primer uso. Podría transfomarme en mil
cosas distintas como: un boli para escribir historias y resolver problemas de mates, o
en o en un juguete y así poder ayudar a la imaginación de los niños, o en la suela de
una bota de fútbol para marcar muchos goles. Pero al final de todo me tiró en medio y
medio de la calle y entre lluvia y lluvia llegue al mar, ya solo me queda esperar a
pudrirme.
Pedro Bello Sío.

YO UNA BOTELLA DE PLASTICO
Hola soy Plastiquilla una botella de plástico,que a sido malgastada como casi todos los
plásticos de este mundo y ahora os contaré como pasó.....:
Todo empezó un mañana en el supermercado ,yo,como todos los días estaba hablando
con mis amigas botellas. Al abrir el supermercado empezó a entrar mucha gente
cuado alguien me cogió de la estantería y me llevo a su casa estuve mucho tiempo en el
armario de la cocina de esa persona , hasta que un día abrió el armario y bebió todo el
agua que yo tenía dentro. Al acabar podría haberme tirado al contenedor amarillo ,
pero no lo hizo me tiró a la papelera normal y al tirarme a esa papelera no me recicló y
termine donde todo el plástico perdido va a parar . Ahí acabo mi sueño, porque yo
soñaba con una nueva vida después del contenedor amarillo podría ser la paleta de
pintura para un artista,otro recipiente de plástico,etc
Ania Mariño Vaqueiro

LA VIDA DE UNA BOTELLA
Érase una vez una botella que tenía vida y que quería se reciclada.
La botella estaba pensando que quería ser cuando le reciclasen, la botella quería ser
una obra de arte con plástico.
Una señora vio la botella en el suelo, y la tiró al contenedor azul pero ahí no era
donde tenía que ir, después de pasar una hora, unos señores que estaban recopilando
tapones para una buena causa vieron que había una botella en el contenedor de los
papeles y cartones, la cogieron la echaron al contenedor amarillo en un primer
momento , pero como uno de ellos era artista decidió llevarsela a casa y hacer con ella
y otros plásticos que ya no necesitaba una escultura. Al final fue una obra de arte. P
ANA MÜLLER CARMONA

Botella o calabaza
Yo vivía en un… Uy! perdón, aún no me he presentado, me llamo Cabreiroá. Os voy a
contar como empecé siendo una botella de agua y acabé como una calabaza de
plástico.
Un día en el supermercado una señora se acercó ,me cogió y pagó mi importe.
A continuación, la señora me llevó a su coche, en realidad más que un coche parecía
una flor con ruedas de tanto rosa y amarillo que tenía. Llegamos a lo que imagino que
era su casa ,entramos y me dejó dentro de la nevera. A la mañana siguiente la señora
me cogió y me metió en la mochila de su hijo, quien me llevo al colegio. En el recreo me
bajó al patio, después de beberme entera el hijo de la señora y sus amigos se pusieron
a golpearme. A la mañana siguiente en el recreo cuatro niñas y un niño me llevaron al
contenedor amarillo, después de unas horas el camión de recogida de plástico me llevó
a un gran de almacén de reciclaje. Me encontré compactado con miles de botellas
como yo, más tarde nos llevó otro camión a una fábrica de reciclaje de envases donde
me pasaron por una cinta que me paseaba mientras me hacían cositas y sengía
cosquillas, luego me cortaron en pedacitos, me fundieron con calor y hoy soy una
calabaza de plástico con chuches en mi interior.
PAULA CARNEIRO

PUDE TENER…
¡Hola! soy una botella de agua, nací en la planta de envasado de Mondariz, donde me
llenaron de vida, de agua , y os voy a contar mi vida día a día:
Sábado 16:
Hoy, me han llevado al almacén de algún supermercado. Estoy triste, ya que no me
puedo mover porque estoy envasada en un fuerte plástico, aunque no tan triste
porque tengo 5 compañeras más.
Domingo 17:
Hoy, sigo en el almacén, he pasado muy mala noche, porque llegada alguna hora de la
noche se apagan todas las luces y tengo miedo.
Lunes 18:
¡Por fin! Me han llevado al pasillo número 3 dónde están el resto de las demás botellas
plásticas.
Después de dos horas…
Un niño me ha comprado, casi me quedo ciega ya que me ha dado de frente una
potente luz roja y un molesto pitido, después me han echado por una pequeña bajada
donde al acabar me han metido en una bolsa de tela.
Martes 19:
Martín, que es cómo se llama el niño que me compró, me ha consumido casi, soy vieja
ya, me quedan 3 gotas de agua.

Creí que me iba a tirar al contenedor amarillo donde me iban a rejuvenecer o
transformar en otra cosa, pues no, me ha tirado a la basura y al contenedor erróneo, y
he acabado en el mar.
Pensé: Por culpa de él, y de mucha más gente así no pude vivir otra vez ,no pude ser
feliz, no pude tener una 2º oportunidad para tener una familia que me tirara al
contenedor correcto y que me vuelvan a comprar, pero no fue así.
Espero que cuando useis una botella de plástico o la reutilicéis o la tiréis al
contenedor correcto porque destruís muchas vidas de botellas que quieren ser felices
pero no pueden.
RECUERDA LAS TRES R: Recicla, R eutiliza y Reduce.
Aroa Alonso Mazorra

DIARIO DE UNA BOTELLA DE PLÁSTICO
Hoy he llegado a un lugar grande y muy espacioso, allí me han puesto en una
estantería que ponía: ``Botellas de agua en oferta (0,20 centimos).´´ Había más
botellas de plástico como yo. Pero de repente, apareció una mujer alta, delgada y
morena y me cogió. A continuación me llevó a su casa, me cogió, me saco el contenido,
lo echó en un vaso y luego lo bebió. Después a mí me dejo en un lugar frío y lleno de
alimentos, algunos de ellos estaban cubiertos de plástico.
2 de noviembre
Hoy me han vaciado por completo, como ya no soy útil, me han metido en una bolsa de
plástico.
3 de noviembre
Después de pasar casi un día en esa bolsa me han tirado a un contenedor de color
amarillo que decía: `` Solo plástico´´
4 de noviembre
Hoy me han llevado a una fábrica de reciclaje, allí algunas botellas de plástico y yo
entramos en una máquina, nos aplastaron y a continuación formamos un gran
cuadrado de tres dimensiones de plástico.

5 de noviembre
Hoy me han llevado en un gran camión a otra fábrica. Allí había un montón de gente
fabricando chaquetas con…¡¡¡botellas de plástico!!! Eso significa que iba ser reutiliza,
que iba ser otro objeto.
6 de noviembre
Después de pasar allí casi un día entero por fin me han reutilizado, pero yo no fui la
única en ser reutilizada, había más botellas de plástico, que gracias a muncha gente,
no fuimos tiradas al océano, que gracias a mucha gente, hemos vuelto a ser útiles.
Por cierto, ¿sabeis en que me han convertido? Me ha convertido en una chaqueta de
``snowboard´´
.
SARA CASTRO
Botella plástica
Un día dando un paseo con mi madre , tenía sed , le dije a mi madre que quería
comprar una botella de agua , paramos en un bar , tenían expuestas botellas de agua y
una de ellas parecía que me decía ¡ cógeme a mi , cógeme a mi! yo le dije a mi madre
¡ mamá voy a comprar esta ! Y la compramos , la bebí y no pude tirar con la botella al
contenedor verde , la llevé para mi casa después del paseo , no se porque no podía
deshacerme de la botella , parecía que era algo especial , siempre la llevaba llena de
agua a los sitios a los que iba , parecía que ella no se quería desprender de mi , ni yo de
ella .
Llevaba ya tres meses con la botella y mi madre me la quería tirar , porque ya tenía
bastante tiempo , yo le dije a mi madre ,
– Por favor mama no me la tires .
Con miedo a que mi madre me la tirara dormía con ella y hasta hablaba con ella ,
la botella parecía que me queía hablar
pasarón 2 meses más hata que la botella me empezo a hablar
yo le contaba mis cosas , y ella me daba consejos , un día mi padre me escucho solo y
se lo dijo a mi madre , hablaron conmigo y me preguntaron que si me pasaba algo,

¡hasta me querían llevar a un psicologo, yo les respondí que estaba bien , pero ellos no
me creían .
La botella lo escuchó todo y me habló y me dijo que si yo iba a tener problemas con
mis padres por culpa de ella era mejor que la tirara .
Ella me preguntó :
– Pero si me tiras,¿ a que contenedor me vas a tirar ?
– Y yo le dije :
– Al contenedor amarillo , para reciclarte .
– Ella me contestó :
– Mejor , porque ya me encuentro muy deteriorada, y no es bueno reutilizar tanto
una botella de plástico, es más conveniente reciclarme.
– Como me daba mucha pena deshacerme de ella le pregunté:
– ¿ Quieres que te esconda donde no te encuentre mi madre y estar más
conmigo ?
– Ella me respondió :
– No mejor tirame al contenedor amarillo , todos tenemos un fin ,y este es el mio ,
ya llevamos 5 meses juntos y yo también te voy a echar de menos , pero la vida
es así .
–
Lo que me agrada de todo esto es que pudiera estar reciclada
en algo hecho por plástico reciclado y que algún día pueda llegar a mis manos .
MARIO GONZÁLEZ LORENZO

Esta es mi historia
Yo soy una pequeña botellita de agua que pasé casi todo el verano en la nevera de un
chiringuito de una playa cualquiera.
Un día caluroso, estaba yo, todo fresquito, en mi neverita, pero de repente, una mano
gigante me agarró por el cuello y me sacó de mi paraíso. Allí hacía mucho calor, el hielo
que me mantenía fresco se derretía, sus gotas se deslizaban por todo mi cuerpo y pude
ver, con visión borrosa, como el gigante que me agarró por el cuello me entregaba a
otro gigante más pequeño.
El gigante acalorado, como yo, me destapó e ingirió todo mi contenido. Me sentí vacía,
y como si quisiera torturarme, empezó a hacerme cosas espantosas: me apretó hasta
que me quedé sin aire, me llenó y me vació de agua sucia y también de arena. Después
empezó a enterrarme y a desenterrarme, y en un momento dado, se olvidó de donde
me había enterrado y no me encontró.
Pasaron horas y horas pero no apareció el gigante. Por la noche, no podía dormir y no

sólo porque, puede que no volviera, sino porque también escuchaba romper olas
gigantes contra la arena que se acercaban más y más a mí. De repente, una ola gigante
se abalanzó sobre mí y me desenterró. Seguidamente otra me arrastró hasta el agua y
pronto me quedé dormido mientras la corriente me arrastraba mar a dentro.
Al despertar estaba en medio del mar y no veía, por muy lejos que estuviese, ninguna
isla ni ninguna civilización, así que decidí viajar a la deriva. Pasé horas, días, no sé,
tumbado sobre el agua sintiendo el calor abrasador del sol en mi cuerpo, hasta que, en
un momento dado, me paré. Me encontraba en una isla casi tan grande como un
continente hecha de…… ¡“Botellas como yo”! Pero no solo estaba hecha de botellas,
allí también había, bolsas, envases de comida, redes de pesca…….. Todo hecho de
plástico como yo.
Pasamos horas allí apretujados como sardinas en lata, rodeados de agua. Unos días
después, hacía tanto calor que creí que me dormía. Cuando abrí los ojos no estaba en
aquella extraña y enorme isla, sino en otro sitio: todo era brillante, yo estaba encima
de una especie de cinta que se movía sola y hacía muchísimo calor. Hacía tanto calor
que sentía que me fundía, me estaba derritiendo y al final, me desmayé.
Cuando volví a abrir los ojos no sabía bien donde estaba, parecía que tenía otra forma
y sentí que tenía algo dentro de mí. De repente un gigante me abrió y me quitó aquellas
cosas que tenía dentro. Me sentí más ligero. Después me metió esos objetos extraños
otra vez y seguidamente me llevo a otro lugar. Cuando entré en aquella sala sólo se me
vino una cosa a la cabeza: la sensación que sentía cuando estaba en la neverita del
chiringuito. Allí el gigante me dejó y yo, tan relajado por el ambiente, me dormí.
Al fin abrí los ojos, sentí que era una botella de nuevo y vi como me alejaba al
atardecer de la isla de plástico. Me dije a mí mismo: -¿Qué me reparará el destino?-
Ojalá pudiera volver a sentir aquella sensación tan especial una vez más. Pero ¿Quién
sabe?

ANTONI GARCÍA TORRES

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