La incidencia mide la ocurrencia de nuevos eventos como enfermedades en una población durante un periodo de tiempo, mientras que la prevalencia mide el número total de casos de un evento en un momento dado. La incidencia proporciona información sobre el riesgo de desarrollar una enfermedad, mientras que la prevalencia depende de la duración de la enfermedad y es útil para estimar el impacto de enfermedades crónicas. Ambas medidas son fundamentales para comprender la distribución y evolución de las enfermedades