Millones de inmigrantes europeos llegaron a Argentina entre 1880 y 1900 huyendo de las hambrunas y guerras de Europa, atraídos por las promesas de tierras y trabajos bien pagados. Si bien muchos se dedicaron al campo cosechando y cultivando, otros se establecieron en ciudades para trabajar en fábricas, comercios y obras ferroviarias. Sin embargo, Argentina no cumplió con su oferta de tierras para vivir, sino que las alquilaba, y los pagos eran muy bajos y no alcanzaban