Goleman divide la inteligencia emocional en dos áreas: la intrapersonal, que es la capacidad de comprenderse a uno mismo, y la interpersonal, que es la capacidad de comprender a los demás. La inteligencia emocional incluye características como la conciencia de uno mismo, el control de los impulsos, y la sociabilidad. Goleman argumenta que desarrollar la inteligencia emocional puede ayudar a reducir conductas negativas en la sociedad.