El documento discute dos enfoques para la enseñanza de la formación ética y política: 1) la explicación, donde el docente presenta saberes y ejercicios, pero no promueve un pensamiento autónomo; y 2) la problematización-conceptualización, donde se presentan situaciones problemáticas para generar conflicto cognitivo y luego se introducen conceptos, promoviendo una postura autónoma. Este segundo enfoque es preferible porque construye el saber desde el análisis de prácticas.