Las comidas diarias principales son el desayuno, almuerzo, merienda y cena. El desayuno es la comida más importante porque provee energía y nutrientes para empezar el día. Además, comer en exceso, especialmente grasas y carbohidratos, no significa comer bien, y las personas con poca actividad física deben seguir una dieta moderada, ya que la actividad física permite aprovechar mejor los nutrientes y favorece el funcionamiento del cuerpo.