El documento resume la historia de la humanidad desde el salvajismo hasta la actualidad. Sostiene que la civilización aún no existe, ya que la sociedad continúa estando dividida en clases con abusos de poder, violencia y desigualdad. Afirma que las etapas posteriores como la barbarie, el feudalismo y el capitalismo han legalizado la explotación pero no han eliminado los males fundamentales de la sociedad como las guerras, la tortura, la contaminación y la pobreza extrema.
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La Civilización NO Existe Todavía
Se calcula que la existencia humana tiene alrededor de un millón de
años. Los historiadores suelen dividir este tiempo en tres etapas:
Primero. El salvajismo fue la época más larga. Y si es acertado
afirmar que la vida humana tiene aproximadamente un millón de
años, llegamos a la conclusión que el salvajismo duró unos 990.000
años aproximadamente. En ese periodo las personas vivían de la caza,
la pesca y la recolección de frutas silvestres.
Casi un millón de años, en los que entre los seres humanos no existía
la violencia, ya que al no existir riqueza, no había por qué pelearse.
Todos tenían a su alcance la posibilidad de pescar, cazar o arrancar
las frutas de los árboles y los territorios sobraban, por lo que no había
guerras como nos quieren hacer creer algunos investigadores. Al
contrario, para cazar se organizaban colectivamente, y lo mismo para
compartir lo que se cazaban. Nadie tenía porqué mezquinar, ya que
los alimentos eran abundantes y gratis. Reinaba la solidaridad entre
las personas. Era la cultura que se había forjado durante casi un
millón de años de vida armónica entre los hombres y mujeres, y con
la naturaleza. Algunos investigadores llamaron a esa época también,
“comunismo primitivo”.
Segundo. La etapa del barbarismo comenzó hace alrededor de 10.000
o 12.000 años, o sea que ese tiempo no es más que un 1% de la edad
de la especie humana. Es por eso que a pesar del individualismo y el
egoísmo existentes, la humanidad sigue siendo por sobre todas las
cosas, solidaria y buena gente.
Se cree que el barbarismo nació en Egipto y en Asia, cuando los
hombres y mujeres aprendieron a construir herramientas, a sembrar y
cosechar, y a criar animales; o sea, cuando se produjo una revolución
en el bienestar, que cambió por completo la vida y la cultura
humana. La acumulación de los alimentos permitió el establecimiento
de la comunidad en lugares fijos, para producir, guardar los
alimentos acumulados y otros objetos materiales, como las
herramientas o las armas.
Todo este almacenamiento produjo la codicia de tribus que todavía
vivían en el salvajismo, o sea, que no habían aprendido a sembrar, ni
a criar animales. Éstas se dedicaron a las invasiones, mediante las
que se apoderaban de lo que producían las tribus laboriosas. Para eso
poco a poco habían perfeccionado las armas y la organización militar,
y se las conoce como tribus guerreras. Lo que caracteriza a esta
nueva etapa de la vida humana, entonces, es la aparición de la
guerra junto a la productividad.
Dicho de otra manera, mientras las tribus laboriosas perfeccionaban
las herramientas de trabajo, las guerreras hacían más eficaces las
armas (flechas, lanzas, mazas de maderas y piedras, y más tarde
espadas de metal y otras). Y no se conformaban con quedarse con la
producción ajena, sino que una vez conquistado el lugar, sometían a
los habitantes, por medio de la violencia más brutal, con esclavitud.
Es decir, a trabajar y producir para los invasores.
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Apareció entonces un sector de la sociedad que se enriquecía a costa
del trabajo ajeno y por lo tanto empezó a vivir una vida privilegiada o
sea, nació la diferenciación de clases, nació la barbarie, nació el
Estado con su principal institución: las fuerzas armadas.
Así se impuso la ley del más fuerte, sobre la base de las más violentas
y terribles represiones. A la gente que trabajaba se la empezó a
tratar peor que a los animales. Se cometían los crímenes masivos y de
los más feroces para aterrorizar a la población. La tortura se
convirtió en algo normal para la clase rica. No existía los derechos.
Repetimos entonces que la barbarie se caracteriza por la aparición de
las fuerzas armadas como principal institución estatal, la violencia y
las guerras, así como la división de la sociedad en clases. Y no
podemos hablar de civilización cuando los ricos son cada vez más
ricos, mientras que los pobres son cada vez más pobres. Con esto,
solo nos alcanza para justificar nuestra visión de que seguimos en la
barbarie.
Tercero. LA CIVILIZACIÓN. Se le dio este nombre a la época en que
comenzaron los pueblos a imponer leyes para lograr un orden social
más justo. Veamos como la define el diccionario: “Grado superior de
la cultura de los pueblos. Los conocimientos, costumbres o hábitos, y
las instituciones que integran una cultura adquieren un grado
consciente de desarrollo, en posesión de un arte propio, estudios
científicos, especulación filosófica, técnica sistematizada, historia
documentada e instituciones jurídicas determinadas, con
fundamentación en un orden social plenamente establecido y
jerarquizado”
Lo que llaman civilización, nació en Europa unos 600 años antes de
Cristo, a causa de que se descubrió cómo construir herramientas y
armas de hierro. Este avance revolucionó la producción: los ricos se
apoderaban de todas o casi todas las tierras, y entonces los pueblos
comenzaron a luchar contra los abusos ilimitados de la aristocracia
que actuaba sin ningún tipo de control social, sin respetar ninguna
ley, además, porque simplemente no existían.
Entonces se produjeron levantamientos populares que impusieron
leyes escritas. En Grecia un estallido social llevó al Gobierno a Solón
unos 600 años antes de Cristo, que impuso leyes escritas y el reparto
de las tierras que tenían los ricos. Y en Roma, cuando después de un
levantamiento popular por la misma época, se impuso la ley de las 12
tablas (de piedras). Por la misma época floreció la filosofía y una
historia rudimentaria, escrita, como fueron los trabajos de Homero
en Grecia. Solo hace 2.600 años de estos acontecimientos, el 0,25%
de la historia de la humanidad.
Pero el hecho de que existieran leyes, historia escrita o filosofía no
significó que se respetaba el trabajo ajeno ni que se repartiera en
forma equitativa la riqueza ni que se terminaran las guerras, las
torturas y los crímenes masivos. Lo único que hacía la ley era
convalidar el robo por parte de la clase rica, la violencia contra los
pueblos laboriosos, la esclavitud. A esto se le llamó la civilización.
Podríamos decir que la CIVILIZACIÓN ERA LA BARBARIE LEGALIZADA.
Por ejemplo, los romanos eran una tribu bárbara, guerrera, que se
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dedicaron a conquistar los pueblos vecinos uno a uno, hasta tomar
toda Italia. Pronto vieron la necesidad de quedarse también con
pueblos por fuera de la península, y cruzaron al África, para
conquistar Cartago (actual Túnez), luego Macedonia y Grecia. Más
tarde otros territorios europeos y asiáticos. Y a todo esto se lo
conoce como “La Civilización Romana”. Y hasta en la actualidad las
leyes en muchos países, se basan en el bárbaro “Derecho Romano”;
entre ellos el derecho argentino.
A ese tipo de sociedad guerrera se la conoce como la primera o una
de las primeras civilizaciones. Los romanos inventaron diferentes
máquinas de tortura para infundir el terror en los pueblos dominados.
Éstos eran convertidos en esclavos, y la diversión en la época era ver
morir a los hombres comidos por los leones o matándose entre ellos
delante de miles de personas que aplaudían. Por eso preferimos
llamar a esa “civilización”, etapa superior de la barbarie.
Los instrumentos de tortura de la “civilización romana” son muchos.
Aquí solo vamos a nombrar algunos. La más famosa es la crucifixión:
aparte de la muerte de Jesucristo, diariamente mataban en la cruz
decenas de personas. Dice la historia que cuando el Estado Romano
derrotó a los esclavos rebeldes, a los que tomaron prisioneros los
crucificaron a lo largo del camino que conducía desde el sur de Italia
hasta Roma. Otro de los instrumentos de tortura era una máquina que
oscilaba muy cerca de una gran cuchilla muy filosa. La máquina iba
bajando gradualmente, con la persona torturada sostenida de pies y
manos, hasta hacer contacto con la cuchilla para que después de
varias pasadas, quedara cortada en dos, con sus viseras
desparramadas. Otras veces, en vez de cuchilla, abajo se colocaban
unas púas de hierro que destrozaban al torturado. Y en algunas
oportunidades hacían una fogata sobre la que hacían pasar una y otra
vez al condenado, cada vez más lentamente sobre el fuego hasta
hacerlo morir carbonizado.
¿Se puede llamar civilización a una nación que conquista pueblos y
países, matando y torturando personas para someterlas a la
esclavitud o al colonialismo, y convertirse en imperio?
La barbarie del feudalismo
Después de la caída del Imperio Romano nació el feudalismo. Cambió
el sistema económico y político, pero continuó la barbarie. Se
sometió a la servidumbre a los campesinos, el sistema legal antiguo
había desaparecido, y los reyes y señores feudales gobernaban a su
antojo, sin ningún límite legal. El derecho de vida y muerte de los
habitantes estaba en sus manos. Organizaron junto con la Iglesia
católica lo que se conoce como La Inquisición, en el que asesinaron
cientos de miles de personas acuchillándolas o quemándolas vivas
para someter al resto física y mentalmente.
La barbarie capitalista
En la actualidad, bajo el sistema capitalista, todo el mundo acepta
que vivimos en la civilización. Pero se mantiene una esclavitud
solapada y el colonialismo de la época romana en la mayoría de la
población mundial. Y como ya lo dijimos, se rigen por “el derecho
Romano”. Se quedan con la riqueza que producen los trabajadores y
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los suelos de los países dominados. La división de la sociedad en
clases se mantiene y se profundiza.
Las guerras están a la orden del día, y lo mismo que en la antigüedad
existen pueblos guerreros que matan y torturan de a miles, ellos son
los países imperialistas. Con la diferencia que ahora las armas son
mucho más mortíferas y destructivas. La violencia milenaria contra
los trabajadores sometidos al dominio capitalista se mantiene aún
más encarnizada que en la época romana. En el siglo XX sufrimos dos
guerras mundiales, donde murieron millones de personas.
La diferencia es que el capitalismo sumó nuevos y terribles males a la
sociedad:
1) El afán de ganancia y la competencia entre capitalista condujo a la
incorporación masiva de adelantos técnicos en la producción, una
verdadera revolución tecnológica que debería servir al progreso
humano, pero desplaza la mano de obra y produce el despido de
miles de millones de trabajadores en todo el planeta y los condenan a
las más extremas pobreza, al hambre, la desnutrición y la muerte. Se
puede llamar civilización a éste sistema?
2) Otra cosa nueva respecto al feudalismo, es la lucha masiva y
permanente de los pueblos a nivel global, que en el sentido de la
comunicación utilizan una parte de las mismas armas que el enemigo:
INTERNET. El mundo entero está en pie de lucha contra el sistema.
Eso es lo que se viene viendo en todo el planeta. Y se plantea
abiertamente el objetivo de terminar con el sistema.
3) Podríamos decir que el capitalismo-imperialismo sumó males
terribles a la sociedad. Uno de los negocios más criminales pero
rentables pasó a ser la droga, que envenena y mata a millones de
personas en el mundo. Se desarrollan las mafias asesinas que se
matan por el negocio en ciudades enteras y se extienden a nivel
internacional y hasta los funcionarios gubernamentales colaboran con
el creciente poder del narcotráfico. Ante la adicción, la gente que no
tiene trabajo y vive en la pobreza, se ve obligada al robo y los
asesinatos para conseguir la cocaína, o el paco. La mafia de Al
Capone quedó hecha una hermanita carmelita descalza. Podemos
calificar a esto como una sociedad civilizada?
La inseguridad está a la orden del día. Millones de personas mueren
anualmente en manos de criminales que roban y matan. Algunos para
comer por falta de empleo y los demás porque se han convertido en
profesionales del crimen.
4) La contaminación ambiental: Como ya lo dijimos, al capital
imperialista solo le interesa la ganancia. Nada le importa si la
industria, la minería o el petróleo contaminan el ambiente y
envenenan a la población. La minería a cielo abierto que está en
manos de las empresas extranjeras y multinacionales, utiliza arsénico
y cianuro en el procesamiento de los metales. Y esos venenos se
vuelcan a los arroyos y ríos, envenena la tierra cultivable y a la
población. Lo mismo suceden con las papelearas que se instalan a
orillas de los ríos contaminando y matando de apoco la vida de las
aguas. Los países coloniales como Argentina se quedan con la
contaminación, las enfermedades, la pobreza y el hambre, mientras
que las multinacionales se llevan las ganancias a Europa, Japón o
Estados Unidos. ¿Esto es la civilización?.
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5) Miles de millones de personas en el mudo carecen de viviendas
dignas, crecen las villas miserias, las favelas, los pueblos nuevos, etc.
Son parte de los miles de millones de desocupados, víctimas de la
revolución tecnológica y de la voracidad capitalista, que están sin
empleo o con salarios miserables que no les alcanza para alquilar y
menos para comprar una vivienda. Muchos levantan sus precarias
viviendas a orillas de los ríos contaminados y malolientes, como es el
caso del famoso riachuelo de Buenos Aires. Esto es una verdadera
barbarie. Las clases ricas nacionales o extranjeras se hacen las
distraídas y esconden el problema. “Si hay miseria que no se note” Y
a esto le llaman civilización.
6) Miles de millones de habitantes de éste planeta viven sin agua, sin
cloacas, gas ni electricidad. Además de carecer de alimentos sufren
la carencia de los servicios elementales de una sociedad civilizada.
Esta gente está propensa a todo tipo de enfermedades y a la
contaminación del agua, del aire y de la tierra. Así es la civilización
capitalista.
La trata de blanca: Es otro flagelo. Mujeres y niños son sometidos al
comercio sexual mientras las autoridades cómplices miran para otro
lado.
La diversión no cambió demasiados. Miles de personas van a un
estadio a ver cómo un boxeador golpea la cabeza y el cuerpo de otro
hasta dejarlo inconciente y millones vemos ese “espectáculo” yendo
al estadio o por televisión. Ya hace casi un siglo se reglamentó las
peleas de box, obligando a los peleadores a usar guantes para hacer
menos daños al adversario, pero ahora se inventó el Boxing, donde se
permite pelear sin protección para el oponente.
El nivel de civilización se debe medir por la manera en que los seres
humanos tratamos a los demás personas, a los animales y a la
naturaleza. Existe la cultura donde la diversión es ver la “corridas de
toros”. Matan a los animales indefensos mientras miles de personas
“civilizadas” aplaudimos.
O la riñas de gallos “prohibidas” donde concurren la policía a apostar
y ver cómo un animal mata al otro. Pero se podía decir que después
de todo el gallo no es más que un animal destinado a servir a las
gallinas. ¿Y qué decir de nuestras mascotas más queridas? Del amigo
“más fiel del hombre, el perro, peleándose hasta la muerte para la
diversión y la ganancia de los seres “civilizados”?
La doma no es más que la tortura al otro animal amigo fiel al hombre
civilizado. Pero en el siglo XXI todavía solemos juntarnos miles de
personas a gozar y aplaudir viendo cómo los jinetes clavan sus
espuelas en las costillas y la paleta del animal haciendo saltar la
sangre a borbotones para que bellaquee y las gentes civilizadas
aplaudamos.
¿Y que decir de la práctica de la caza “deportiva” que consiste en
matar los animales para mostrar como trofeo? ¿O el tiro a las palomas
volando para mostrar la habilidad con las armas, de los ricos,
mafiosos enriquecidos o “piojos resucitados?.
La guerra entre naciones, donde mueren millones de personas, para
acrecentar la riqueza de unos pocos, se hizo permanente en la
civilización
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Y si nos matamos entre seres humanos y torturamos y asesinamos a
los animales, que puede esperar el medio ambiente de esta
“civilización”? Inundación de la atmósfera de dióxido de carbono,
agujero de ozono, recalentamiento global, contaminación de ríos y
mares, deforestación.
Por todo esto debemos llegar a la conclusión que la sociedad
capitalista no es más que un sistema bárbaro. Es decir, ladrón,
violento y criminal. Resulta entonces que la sociedad civilizada no es
otra cosa que una etapa, tal vez la etapa superior de la barbarie.
La verdadera civilización vendrá cuando los pueblos hagan
desaparecer el sistema bárbaro, es decir cuando terminemos con el
sistema capitalista imperialista e impongamos “el sistema universal
de la fraternidad y del amor”, o sea, el socialismo mundial.
Aclaremos dijo Lemos
Bajo el sistema capitalista y los demás sistemas anteriores basados en
la división de clases, los ricos son los que imponen su cultura, sus
leyes y su poder. Sin embargo, a pesar de ese inmenso poder de
dominar las cabezas humanas, el capitalismo no pudo borrar de los
genes de las mentes la memoria de casi un millón de años vividos en
comunidad, solidaridad o sea, de comunismo primitivo, frente a solo
10 o 12 mil años de individualismo, egoísmo y criminalidad.
Repetimos: la absoluta mayoría de los seres humanos son solidarios
por naturaleza. Con ellos vamos a construir una verdadera
civilización.
Vamos por una verdadera civilización
Vamos por el socialismo.
Tomemos la práctica solidaria entre los seres humanos de la vida
primitiva, de respeto a los animales y a la naturaleza. Combinémosla
con las más altas tecnologías alcanzadas. Desarmemos al sistema
capitalista, comenzando por la expropiación de sus empresas
multinacionales en nuestro País y en todo el globo. Declaremos
propiedad de todo el pueblo toda gran empresa, tierra, banco o
comercio. Dejemos de pagar la fraudulenta deuda externa que nos
está matando a todos los países. Instauremos gobierno de los
trabajadores a nivel mundial, como los primeros pasos para avanzar
hacia una sociedad solidaria, justa y sana. Sin pueblos guerreros, sin
imperialismos, sin pueblos sometidos y explotados.
Si los pueblos de cada país hacen cuentas verán la riqueza que se
está llevando el imperialismo mundial. Podrán comprobar que si esa
riqueza quedara en el país, solucionarían el gravísimo problema del
empleo, reduciendo las horas de trabajo y dando ocupación a la
totalidad de la población activa, manteniendo o aumentando el
salario. Y sobrará dinero. Cada persona con empleo podrá mantener
una familia bien alimentada, con vivienda digna y alto nivel de
educación y de salud.
Cada país liberado necesitará exportar sus productos, compitiendo
con las naciones de más altas tecnologías. Por eso, tendrá que
desarrollar al máximo sus propias maquinarias de última generación.
Entonces la educación se convertirá en una prioridad de estado, ya
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que se necesitará técnicos y científicos de todas las especialidades.
Habrá que construir institutos tecnológicos y científicos y
universidades en todos los rincones del país y dar cabida a los jóvenes
y no tan jóvenes al estudio y a las carreras más complejas.
El régimen político
Aprovechemos las enseñanzas que nos dejaron los habitantes
primitivos para darnos nuestra organización política. Ellos decidían
todo en asamblea de las tribus. Decidamos nosotros en asambleas
populares cómo repartir la riqueza que nos quedará después de la
expulsión de las empresas extranjeras y de la suspensión de la deuda
externa. Los pueblos debemos saber con exactitud la cantidad de
plata que ingresa al estado. Para eso podremos nombrar peritos,
contadores y auditores en las asambleas para que nos informen con
precisión el estado de los ingresos públicos, fijar nuestro propio
presupuesto nacional, es decir, los gastos estatales que tendremos
cada año. Cuanto vamos a invertir en educación, salud, viviendas,
salarios, etc.
Debemos dar vuelta la política donde los gobiernos mandan y los
pueblos obedecen.
La consigna debe ser: El pueblo manda, los funcionarios obedecen.
Ovidio Pepe