La esclavitud negra fue fundamental para el funcionamiento económico de las nuevas sociedades en América tras la invasión europea, especialmente en Cuba y Brasil donde fue la principal fuente de ingresos. Los primeros esclavos negros llegaron al Perú con sus amos ricos o en buques donde viajaban amontonados y vulnerables, y desde la conquista su población aumentó rápidamente siendo enviados a plantaciones y haciendas costeras para trabajos duros y tortura si se rebelaban, hasta que en 1854 el Presidente Ramon Castilla los liber