La escuela sirve para instruir y formar a los ciudadanos del futuro, enseñándoles cosas positivas y liberándolos de lo negativo. Históricamente, las escuelas han cambiado radicalmente la vida de la gente al abrir sus mentes y ojos a través de la instrucción, promoviendo el bienestar social. Los contenidos curriculares se adaptan a la época actual para fortalecer valores y enseñar conocimientos que los estudiantes puedan aplicar en su vida diaria, abriéndoles puertas para el futuro.