El documento describe cómo la tecnología como el software educativo infantil, las redes sociales, las pizarras interactivas y los recursos electrónicos pueden ayudar a mejorar la eficiencia y el interés de los niños en el aula. También discute cómo estas herramientas permiten nuevos modelos de aprendizaje basados en el constructivismo donde los estudiantes controlan su propio aprendizaje a través de la investigación y comunicación interactiva.