La ética en la praxis del docente. En el transcurrir del tiempo existen las transformaciones de tipo social, culturales, ideológica, entre otras, sin embargo la diferencia la hace la actitud que se tome frente a estas acciones que le sirven de modelo. Así mismo, hoy día el rol de la educación es el resultado del compromiso adquirido de convertirse en un medio que transmite conocimientos incluso formador de hábitos, de tal forma de nutrir a todos los involucrados en el proceso educativo. Precisamente la globalización y los avances tecnológicos pasan a ser las innovaciones del momento, conlleva a que causen expectativas, también significan un desafío que depende del profesional convertirlo en oportunidad. Por otro lado, se destaca que los Valores representan el centro de la vida humana, el horizonte a seguir, un ideal; sin duda el pilar fundamental para las relaciones sociales es la familia a modo de agente transmisor de los diferentes valores, como son: el amor, la amistad, la puntualidad, la comprensión, la solidaridad, la tolerancia, el respeto, la responsabilidad, la paciencia, el compromiso, entre otros; que reflejan un significado positivo en la conciencia social. Cabe mencionar que, el sistema educativo desempeña un papel muy importante donde el facilitador, los compañeros y todo el contexto educativo con el cual interactúa transfieren valores diferentes a los que el individuo ya había forjado; siendo el docente el personaje principal de esta etapa, quien con su accionar educa a través del ejemplo, es por ello que el docente debe estar constantemente atento de sus palabras, actitudes, gestos además, en lo posible trasmitir valores positivos. Asimismo, es compromiso del profesor brindar a sus estudiantes un clima de confianza, provechoso, encaminado hacia la formación educativa de manera integral e individual, sin olvidar que enseña “aprender a aprender” para “aprender a vivir”. Pero para ello, es indispensable que el profesional de la educación sea gestor de los procesos de aprendizaje, un guía, un orientador, capaz de definir sus objetivos, en constante actualización, del mismo modo; un excelente promotor de la Ética, igualmente la moral, las cuales presiden su conducta, su modo de vivir y su desempeño dentro de la sociedad.