El documento discute la importancia de crear un clima social nutritivo en las escuelas para prevenir la violencia. Un clima así se caracteriza por reconocer los logros de los participantes, hacer que la gente se sienta valiosa, fomentar la identidad con la comunidad, favorecer el desarrollo personal y la creatividad, y contar con estrategias positivas para resolver conflictos. También habla sobre la necesidad de distribuir el poder de manera democrática entre profesores, alumnos, padres y directivos, y establecer derechos y