El consultor debe terminar el encargo dejando al cliente satisfecho e indagar dentro y fuera de la empresa para encontrar información significativa. El consultor y cliente deben trabajar juntos de forma creativa y productiva, y analizar profundamente toda la información obtenida para evitar soluciones erróneas. La contribución más importante del consultor es crear posibles soluciones de manera imparcial y apoyar la elección del cliente.