El documento describe las políticas implementadas por el presidente brasileño Lula da Silva para combatir el hambre y la pobreza. Lula, que creció pobre, priorizó esta causa como presidente. Creó un Ministerio dedicado a reducir la desnutrición, que disminuyó los índices en un 73% en poco tiempo. También aumentó el salario mínimo en un 62%, expandió programas sociales e inclusión bancaria para los pobres, y generó millones de empleos, reduciendo el trabajo infantil.